Irache aconseja informarse bien de las condiciones de las actividades extraescolares

  • La Asociación de Consumidores Irache ha aconsejado a las familias que se informen bien acerca de las condiciones de las actividades extraescolares de sus hijos y ha precisado que las fechas no lectivas, los grupos mínimos o las posibilidades de cancelar a medio curso pueden dar lugar a problemas.

Irache ha apuntado en una nota que es importante que las condiciones de estas actividades se entreguen por escrito. "De hecho, lo más conveniente es firmar un contrato en el que consten, aunque hay en ciertas actividades en que no es habitual hacerlo", ha señalado.

En primer lugar, la asociación señala que es importante tener claro qué contenidos se van a impartir y con qué método así como la idea pedagógica del centro. También es pertinente saber si la formación va a permitir algún tipo de titulación, ya sea al final del curso o al concluir algún ciclo de varios años.

Entre la información que debe constar están los horarios precisos de las actividades durante todo el curso escolar. Es decir, saber qué días y cuánto tiempo dura la actividad, con horario de entrada y salida incluido, así como los días que, por festivos o época de vacaciones, no se realizará la actividad.

Algunos padres han acudido a Irache molestos porque la academia de inglés suspendía las clases casi dos meses, entre las fiestas de Navidad y Semana Santa y entendían que, por el precio pagado, eran unos descansos excesivos, según ha señalado la asociación.

Otra cuestión básica que hay que conocer es el coste de la actividad, el precio total y la forma de pago. Conviene saber si se va a pagar en uno o dos abonos -y conocer en qué fechas deben realizarse- o si la actividad se va a ir pagando mes a mes. Esta última manera posibilita no perder dinero si, por cualquier cuestión, la actividad se suspende en pleno curso, si bien muchas actividades sólo dan la opción de pagar por adelantado, ha explicado Irache.

En cualquier pago, ya sea anual, semestral o mensual, hay que contar con un justificante en el que conste el importe abonado y el concepto pagado, con la fecha. Si se va a pagar de forma presencial, hay que pedir un recibo de cada pago realizado. "Es fundamental para poder reclamar posteriormente cualquier incumplimiento", apunta Irache.

NÚMERO MÍNIMO DE INSCRITOS

Las actividades extraescolares suelen marcar el ritmo y el horario de los menores, y de sus padres, durante el curso escolar. En ocasiones, cuando el hijo ya se había apuntado a una actividad, le informan de que no ha habido inscritos suficientes y que se suspende la actividad. A veces, esta noticia se comunica cuando ya es difícil apuntarle a otras actividades en las que el menor estaba interesado.

Por ello, es conveniente preguntar por el grupo mínimo de inscritos exigido para realizar la actividad así como la fecha tope en el que se va a decidir si se puede seguir adelante o no con ella.

Asimismo, conviene saber si el hecho de que a lo largo del año algunos inscritos abandonen supondrá la suspensión de la actividad o se garantiza la continuidad hasta final del curso.

En este sentido, según apunta Irache, es fundamental conocer qué posibilidades hay de dejar la actividad durante el curso; si hay posibilidad, si habrá que pagar todo el curso o hay alguna penalización parcial. De hecho, algunos padres han acudido otros años a la asociación porque precisamente quieren saber si pueden recuperar el pago de más de 300 euros por las clases de música porque su hijo ha tenido que dejar las clases a mitad de año.

TITULACIÓN DE LOS DOCENTES

Otra cuestión que conviene saber es la titulación o experiencia de los docentes que van a impartir la actividad. "No es una buena señal que se pongan dificultades para dar a conocer esta información", apunta Irache.

También considera adecuado conocer las instalaciones donde se va a desarrollar la actividad o si el colegio, academia o empresa organizadora -conviene aclarar qué entidad es la responsable de la actividad- cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles lesiones o accidentes de los menores o si hay alguna opción de suscribir uno.

Esta cuestión es más importante en las actividades deportivas, ya que en ellas hay un mayor riesgo de que se produzcan lesiones físicas. Por ello, las actividades deportivas federadas tienen obligación de contar con un seguro. Si hay algún tipo de póliza o la posibilidad de suscribirla, conviene antes de hacerlo revisar detenidamente sus condiciones.

Según Irache, en principio, los adultos que tienen a su cargo a menores deben responder por ellos. Por tanto, los titulares de un centro, de una academia o una organizadora de una actividad son responsables de los daños causados o sufridos por los menores pero pueden quedar exonerados si se demuestra que obraron con diligencia en el cuidado de los menores.

Además, la asociación ha explicado que la publicidad es vinculante y, por tanto, las condiciones o los servicios que promete una academia o cualquier organizadora de actividades para conseguir alumnos deben cumplirse. En este sentido, conviene guardar los folletos o anuncios publicitarios por si posteriormente se produce algún incumplimiento y se quiere reclamar.

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