¿Ser el más popular del instituto o cultivar algunas amistades cercanas? Esta fue la premisa sobre la que se asentó un estudio científico desarrollado durante años por la Universidad de Virginia (EE UU) para determinar qué tipo de amistades te harán más feliz con el paso de los años.

La investigación se inició con 160 adolescentes de 15 años y concluyó cuando estos tenían 25. La conclusión a la que se llegó fue que cultivar pocas (pero profundas) amistades da mejores resultados a la larga para ser feliz que tener muchos conocidos o ser muy popular.

Cada año, los adolescentes respondieron preguntas sobre sus amistades, así como realizaron entrevistas completas con el equipo de investigación para determinar la ansiedad, problemas sociales, autoestima y posible depresión. Los amigos cercanos de los participantes también fueron entrevistados para el estudio.

Para determinar si una amistad era de mayor calidad o más íntima, el equipo escogió a la persona más cercana y estudió el apego de este con el sujeto estudiado. Por otro lado, los científicos evaluaron la popularidad de los adolescentes por el número de conocidos que dijeron tener y que mencionaron en la primera entrevista.

Encontraron que los jóvenes que dedicaban más tiempo a cultivar amistades cercanas cuando tenían 15 años se encontraban mejor a los 25, que experimentaban menos ansiedad, menos agorafobia, mayor sentido de autoestima y menor número de síntomas depresivos. En cambio, aquellos adolescentes que eran más populares en el instituto reportaron mayores niveles de ansiedad a los 25.

En definitiva, los investigadores creen que el desarrollo de amistades muy unidas ayuda a las personas a sentirse mejor consigo mismas porque se producen en un momento en que la identidad también se está formando. Estas amistades pueden ayudar a los adolescentes a esperar apoyo y darles la oportunidad de apoyar a otros también.

Curiosamente, parece que no es fácil tener amistades cercanas mientras uno es muy popular. Mientras que algunos adolescentes manejan ambos campos, en general, hay rasgos de personalidad diferentes entre los que atraen a unas pocas amistades muy cercanas que aquellos que generan grandes grupos de amigos no tan cercanos.

"Nuestro estudio afirma que la formación de fuertes amistades cercanas es probablemente una de las piezas más críticas de la experiencia social adolescente", dijo en un comunicado el coautor del estudio, Joseph Allen, profesor de Psicología de la Universidad de Virginia, Hugh P. Kelly. "Ser muy querido por un gran grupo de personas no puede sustituir nunca el forjar profundas amistades, que no solo suponen un apoyo más verdadero sino que además tiene consecuencias en años venideros".

Curiosamente, el número de amistades muy cercanas parece haber decaído en las últimas décadas. De acuerdo a una encuesta elaborada por la revista Time, mientras que en 1985 la media de estas amistades se situaba en tres, en 2004, la mayoría de la gente encuestada afirmó tener cero amigos cercanos. "A medida que la tecnología avanza construimos una red social de amigos superficiales, algo que nos es muy fácil, pero que no genera lo mismo que si tenemos tres o cuatro amigos cercanos de verdad, algo que debería ser una prioridad", concluye Kelly.