Las reliquias de estos dos santos y hermanos de las legiones romanas fueron traídas a Cantabria con motivo de la invasión árabe, que enterradas en la iglesia del Santísimo Cristo, junto a la catedral, y en torno a las cuales "nació la ciudad de Santander".

Así lo recuerda el deán (o presidente del Cabildo catedralicio) Francisco Sánchez, que también es el párroco del templo que alberga las reliquias de los mártires y patronos de la Diócesis y de la capital cántabra.

En su intervención, resalta el testimonio de fe de San Emeterio y San Celedonio, así como el "testigo de la fe" que desde entonces nos han ido legando nuestros antepasados.

En este sentido, el deán ha llamado también a pasar ese testigo, dentro de los tiempos y circunstancias actuales. "Debemos testimoniar la fe", ha considerado, para pasar ese legado "a los que vienen detrás", es decir, a las próximas generaciones, especialmente a los jóvenes.

Y, para ello, ha pedido la intercesión de los Santos Mártires, para que con su ayuda "no dejemos apagar la fe", ha destacado Sánchez, que ha indicado para finalizar que esta jornada debe tener un sentido "profundo y religioso" pero también "lúdico", ya que "la fe no está reñida con la alegría. Todo lo contrario".