¿Cómo afecta la revalorización del euro a la economía española y al bolsillo de los ciudadanos?

Un billete de dólar junto a una moneda de euro.
Un billete de dólar junto a una moneda de euro.
GTRES
Un billete de dólar junto a una moneda de euro.

En apenas ocho meses, los expertos han tenido que archivar y desarchivar informes atropelladamente para explicar qué está pasando con el 'eurodólar'. En enero todos intuían que ambas monedas llegarían a la paridad —es decir, que un dólar se cambiaría por un euro— pero aquel escenario nunca llegó. Muy al contrario, entra septiembre y cada euro se cambiaba ayer por 1,19 billetes verdes, un cambio desconocido desde enero de 2015.

Tipo de cambio del dólar con el euro [CLICK PARA AMPLIAR]

Los motivos del vaivén se hallan en ambos lados del charco. La economía bajo la batuta de Trump genera dudas —a pesar de que crece al 3%—porque el paro repuntó el viernes al 4,4%, la reforma fiscal se enfrenta a dificultades, Corea del Norte atemoriza a los inversores y a ver cómo afecta  el huracán Harvey. Así que la Fed se replantea ahora disminuir las subidas de tipos previstas para este año (una) y para 2018 (tres) que iban a fortalecer el dólar.

"Se están viendo transferencias de fondos a bolsas europeas", explica a 20minutos José García Montalvo, catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra. El resurgir de la UE se observa en más aspectos: la confianza del consumidor supera el nivel precrisis, la inflación ha escalado al 1,5%, el paro está en mínimos de 2009 y  los mercados se huelen que Draghi empiece a cerrar el grifo de las compras de deuda pública y privada. El BCE dará el jueves alguna pista tras la reunión de su Consejo de Gobierno.

Estas dos tendencias contrarias producen efectos cambiarios. Si los tipos estadounidenses no suben, su moneda pierde fuerza y los inversores se fijan en otras como el euro. La moneda única cotizó el 29 de agosto a 1,207 dólares, una revalorización del 16,7% desde los 1,038 de comienzos de año.

¿Cómo afecta a la economía española y al bolsillo de los ciudadanos?

  • La gasolina ya es "cuatro o cinco céntimos" más barata. El petróleo y las gasolinas cotizan en dólares, así que un euro fuerte abarata le abarata a España la importación de crudo. "El precio de los carburantes antes de impuestos se ha abaratado ya cuatro o cinco céntimos desde enero por el efecto de la revalorización del euro", explica a este medio Álvaro Mazarrasa, director General de la patronal de las petroleras (AOP). Un euro fuerte, por tanto, favorece a España para contener el precio de los carburantes. Pero el petróleo supone solo un 40% del precio del litro de gasolina. El resto son costes logísticos, impuestos y márgenes. Si el euro sigue apreciándose seguirá bajando la gasolina, siempre que el petróleo siga estable. Pero aquí surge el problema: el crudo posiblemente se encarezca por los efectos de Harvey. "El 15% de la actividad de refino en Estados Unidos se ha paralizado por el huracán y eso repercutirá en los precios mundiales de la gasolina", advierte Mazarrasa.
  • Menos inflación: bueno para el consumidor y problema para Draghi. El peso de los carburantes en los precios españoles es importantísima. La subida del IPC interanual al 3% a finales de año se debió precisamente al repunte de precios del crudo. Y si los precios se han moderado al 1,5% en los últimos meses, ha sido precisamente por la moderación del oro negro. Si los precios vuelven a caer por el cambio del eurodolar, sería bueno para el consumidor. Pero no para la política monetaria del BCE, que aspira a llegar a una inflación del 2% para retirar sus estímulos. "Preocupa que la revalorización del euro frene la inflación y el crecimiento por el mayor coste de exportar", dice David Pina, analista de ActivTrades, que prevé que "mientras el euro se mantenga por encima de 1,167 su tendencia al alza seguirá vigente".
  • La mitad de las exportaciones sufre la revalorización. La exportación está siendo una de las palancas para la recuperación económica en España: el año pasado se vendieron bienes y servicios a otros países por 254.530 millones de euros, un 18% más que hace un lustro. Cierto es que la revalorización del euro no influye en el 52% de las ventas de nuestro país, que se dirigen a la eurozona. Pero sí al resto. Reino Unido (7,3%) y EE UU (4,5%) son los mayores destinos fuera de la región. Para un estadounidense, por ejemplo, comprar ahora un componente industrial o un producto químico español le sale un 16% más caro que en enero. Y eso le abre dos opciones: prescindir del proveedor o negociar un precio más barato que obligue al vendedor español a reducir sus márgenes. "Lo normal es que cambie de proveedor", explica García Montalvo. "Una empresa no puede absorber un salto de precio del 16% porque se comería su rentabilidad; además la mayoría de productos que exporta España no son de alta tecnología". Es decir, que compitiendo solo vía precio, España tiene las de perder.

Fuente: Ministerio de Economía [CLICK PARA AMPLIAR]

  • Comprar a otros países es más barato (y las importaciones lo reflejan). Quien viajase a Nueva York en 2007 —cuando el euro se cambiaba a 1,6 dólares— puede relatar lo asequible que estaban los billetes de avión y hacer compras en la Gran Manzana. El euro ahora no está tan fuerte como entonces, pero los españoles que han viajado este verano a EE UU lo han hecho con más 'soltura' que en Navidad. Todo lo que un español compra en dólares o libras se ha abaratado, tanto para el ciudadano que adquiere un vinilo por Amazon en una tienda de discos estadounidense, como para la gran empresa que adquiere componentes en el extranjero. Y el efecto se refleja en cifras: las importaciones este año crecen (13,3%) a más ritmo que las exportaciones (10,9%) por primera vez desde que empezó la recuperación. "Sectores como el automóvil [que aporta a España un 10% del PIB] adquieren fuera de Europa gran parte de la maquinaria y bienes de equipo", dice Montalvo. Y si los costes bajan... los precios también.

Fuente: Ministerio de Economía [CLICK PARA AMPLIAR]

  • Viajar a España es más caro para los turistas que no son de la eurozona. La cuenta es sencilla. Un estadounidense que viajase a España en enero recibió 960 euros por cada 1.000 dólares, pero si ese turista repite ahora el viaje solo recibiría 830. A los viajeros británicos —líderes turísticos y de gasto en España— les ocurre lo mismo: en Semana Santa recibían 1.196 euros por 1.000 libras esterlina... y ahora solo 1.079. "Este salto cambiario tendrán una capacidad importante para desviar a turistas a otros sitios", estima García Montalvo sobre el riesgo que supone esta apreciación del euro para el turismo, un sector que aporta el 10% del PIB y el 13% del empleo a España. "Cuando eres un destino barato el turista viene con gusto, pero si el precio ya no compensa la calidad que se recibe..." Y es que España recibe ahora mucho turismo prestado de Turquía, un competidor más baratos y con playas fantásticas. Esos visitantes, ahora, podrían regresar a su antiguo destino.

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