"¡Gracias a Dios que ha llovido!", se ha felicitado la máxima responsable del Gobierno en Castilla y León, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha puesto en énfasis en el curioso hecho de que el pasado domingo, cuando cayeron lluvias generalizadas en toda la Comunidad, una densa nube existente en Fermoselle parece que no dejaba llover, pese a lo cual el fuego en aquella zona "está controlado, apaciguado y en una situación de cierta tranquilidad".

En cualquier caso, la delegada, amparada en la experiencia de los especialistas en la materia, se ha mostrado esperanzada ante la posibilidad de que la nueva situación meteorológica, caracterizada por la lluvia y el descenso de la temperatura, se traduzca en Castilla y León en "dos próximas semanas de tranquilidad".