El Ayuntamiento de Sevilla ha informado en un comunicado de que los agentes fueron requeridos por un cliente, quien alertó que este miércoles fue a comprar una pizza precocinada y estaba caducada desde el día 15 de agosto, "con el consiguiente riesgo de intoxicación en caso de consumo".

Por tal motivo, los agentes realizaron una inspección ocular en todos sus productos, observando cómo, efectivamente, tenían expuesto para su venta, entre otros, pizzas, paquetes de bacon, queso rallado y nata para cocinar, todo con fechas de caducidad que oscilan entre el 2 febrero y el 15 de agosto del 2017.

Por ello, los agentes han intervenido toda la mercancía de forma cautelar que ha pasado a disposición de los servicios veterinarios del Ayuntamiento para su estudio.

Además, los agentes observaron "gran suciedad" en todo el establecimiento, por lo que procedieron al precinto cautelar de la actividad hasta que sea autorizado su levantamiento por la autoridad competente.

Por otro lado, también se le ha intervenido tabaco de contrabando, por ejercer su venta sin la debida autorización y careciendo de los precintos legales de tenencia.