Shirin Neshat y el fervor: o lo que significa ser mujer en Irán

  • El Centro Es Baluard de Palma dedica una exposición de pequeño formato, que podrá verse hasta el 29 de octubre, a esta conocida artista iraní con motivo de la nueva edición de PHotoEspaña.
  • Desde la década de los 90 su trabajo gira alrededor de dos temas esenciales: los roles de género y las sociedades islámicas contemporáneas.
Shirin Neshat, Serie «Fervor» (Couple at Intersection), 2000 (fragmento de la obra). Es Baluard, depósito colección particular © Shirin Neshat, 2017. Cortesía Gladstone Gallery, Nueva York y Bruselas.
Shirin Neshat, Serie «Fervor» (Couple at Intersection), 2000 (fragmento de la obra). Es Baluard, depósito colección particular © Shirin Neshat, 2017. Cortesía Gladstone Gallery, Nueva York y Bruselas.
SHIRIN NESHAT
Shirin Neshat, Serie «Fervor» (Couple at Intersection), 2000 (fragmento de la obra). Es Baluard, depósito colección particular © Shirin Neshat, 2017. Cortesía Gladstone Gallery, Nueva York y Bruselas.

Shirin Neshat (Qazvin, Irán, 1957) tenía poco más de veinte años cuando la revolución islámica en su país (1978-79) le motiva a poner tierra de por medio y emigrar a Nueva York. Allí se gradúa en Bellas Artes en la Universidad de California, Berkeley y desarrolla su carrera artística. Sin embargo, su despegue artístico se origina, paradójicamente, tras su regreso y reconexión con Irán en 1990, lugar donde encontró la verdadera inspiración.

"Fue una de las experiencias más sorprendentes que he tenido nunca: la diferencia entre lo que yo había recordado de la cultura iraní y lo que encontré era enorme. El cambio me entusiasmaba tanto como me asustaba... Cuando regresé a los Estados Unidos me obsesioné con la experiencia vivida y comencé a viajar regularmente a Irán", explicaría la artista.

Desde entonces ha desarrollado una sólida carrera que gira alrededor de dos temas esenciales: los roles de género y las sociedades islámicas contemporáneas, apostando por reflejar y reivindicar lo que significa ser mujer en un mundo conservador y tradicionalmente dominado por los hombres.

Los vehículos constantes para expresarse han sido la fotografía, el vídeo y el cine. En su primera serie fotográfica, Women of Allah (1993-1997), contó con la colaboración de diversos fotógrafos que captaron a la artista o fragmentos de su cuerpo, sobre el que inscribía referentes de poetas y escritoras iraníes confrontadas con la dura presencia de armas.

El salto a la videoinstalación y el cine

Su necesidad de expresarse más allá de la imagen estática le llevaron a dar el salto a las películas de 16 y 35 mm creadas para ser expuestas como videoinstalaciones, y posteriormente al cine, donde debutó con la maravillosa y poética Women without Men (2009), inspirada en los días del golpe de estado de Irán de 1953. Como curiosidad, y dadas las dificultades para rodar en su propio país, Neshat ha tenido que recrearlo en otros países como Marruecos, Turquía o, incluso, México.

Quien quiera acercarse más a su interesante, estético y a la vez reivindicativo trabajo, tiene la oportunidad de acercarse al espacio conocido como Gabinet de Es Baluard (Palma) durante estos días y hasta el próximo 29 de octubre. Allí puede verse una exposición de pequeño formato (incluida en la programación oficial de PHotoEspaña) que reúne un tríptico de la serie Fervor (Couple at Intersection, 2000) perteneciente a la propia colección del museo así como la videoinstalación del mismo título, una pieza de diez minutos de duración.

Esta fotografía, que sirve como antesala a la obra en vídeo, plantea una visión íntima de la divergencia entre géneros a través de un tríptico de imágenes de gran tamaño protagonizadas por un hombre y una mujer. Ambos se encuentran en un entorno abierto y solitario, un cruce de caminos en el que intercambian una mirada fugaz que sirve a la artista para hablarnos del papel sumiso y pasivo de la mujer en la sociedad islámica y de un país donde el simple contacto visual no está bien visto ni por la religión ni la sociedad.

Por su parte la videoinstalación Fervor (2000) –rodada en Marrakech y que completa una trilogía iniciada con Turbulent en 1998 y seguida de Rapture en 1999- profundiza en los temas de la sexualidad y el deseo, ambos tabú en las sociedades islámicas. Dos proyecciones simultáneas y complementarias, situadas una junto a la otra, dan forma a esta videoinstalación rodada en blanco y negro. En esta pieza de apenas diez minutos transcurren largas secuencias sin diálogos y la fuerza recae en sus dos intérpretes, que manifiestan abiertamente la diferencia entre géneros contraponiendo la acción del personaje masculino en detrimento del femenino.

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