Besar es un acto íntimo entre dos personas y muy personal, dado que cada cual tiene su técnica y estilo. Pero independientemente de si somos mejores o peores besadores, lo que se puede afirmar, gracias a la ciencia, es que la inclinación hacia la que lo hacemos está influenciada por el lado del cuerpo que más utilizamos.

Ser diestro o zurdo influye en la dirección en que una persona se inclina al besarse, según ha confirmado un estudio. Los científicos han establecido que la mano con la que una persona escribe predice la dirección a la que inclina la cabeza, aunque solo en el caso de iniciar el beso.

El estudio, a su vez, muestra las diferencias sexuales en la iniciación del beso, siendo los varones los que inician el beso con más frecuencia. El estudio encontró que más de dos tercios de iniciadores de besos y receptores de besos voltearon sus cabezas hacia la derecha. Los hombres representaron el 79% de los iniciadores del beso.

Aunque los hombres son aproximadamente 15 veces más propensos a iniciar besos que las mujeres, ambos compañeros mostraron un sesgo por girar la cabeza hacia la derecha.

Además, los receptores de besos tienen una tendencia a igualar la dirección de cabeza de sus compañeros. Esto sugiere que los receptores del beso tienen una tendencia a igualar la dirección de sus compañeros para evitar la incomodidad de reflejar cabezas.

El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, estudió 48 parejas casadas en Bangladesh, donde el beso romántico no se observa típicamente en público. Se les pidió a las parejas que se besaran en privado en sus propias casas, luego entraran a diferentes habitaciones e informaran independientemente sobre varios aspectos del beso.

Estudios anteriores han involucrado a parejas que se besan en lugares públicos como aeropuertos, estaciones de ferrocarril, playas o parques. No obstante, en ellos no podía descartarse el aprendizaje cultural debido a la presencia de muestras occidentales, como el cine o la televisión.

Por tanto, los resultados de los países occidentales podrían haberse atribuirse a factores culturales, pero no así en países como Bangladesh. Esto permite llegar a una conclusión: "Resulta que nosotros, como seres humanos, somos similares incluso si nuestros valores sociales difieren", afirma el autor principal del estudio, Michael Prolux, del departamento de psicología de la Universidad de Bath. "Este estudio es el primero en darnos una mirada al comportamiento privado con implicaciones para todas las personas".

"Sobre la base de nuestro trabajo teórico previo también somos capaces de hacer nuevas hipótesis sobre la base neural subyacente para estos comportamientos".

La investigación sugiere que el acto de besar está determinado por la división de tareas del cerebro en sus diferentes hemisferios. Esto es específico para las funciones en el hemisferio cerebral izquierdo, localizado en la emoción y las áreas relacionadas con la decisión del cerebro.

Además, los niveles hormonales, como la testosterona, distribuidos de manera desigual en cada hemisferio, podrían a su vez provocar que la cabeza gire a la derecha. Se espera que los hallazgos se alimenten de nuevos estudios de los mecanismos neurofisiológicos de estos comportamientos.