Convergència Democràtica apuesta por el «derecho a decidir» como hoja de ruta hacia la «nación plena».

¿Qué es la casa grande del catalanismo?

Un espacio de encuentro para todos los ciudadanos que quieran ayudar a hacer de Cataluña un país de primera. Debe permitirnos mejorar las infraestructuras, la educación, la economía...

También incluye el derecho a la autodeterminación.

Es un derecho reconocido en todo el mundo. Otra cosa es que nos reconozcan que somos una nación, que lo somos. No hay límites. Ese derecho debe ejercerse sobre los temas que nos unen. Si la autodeterminación no une, no hay que abordarla. Pero, por ejemplo, estoy convencido de que, si los políticos nos atrevemos a pedir el concierto económico, habría una mayoría de catalanes que la apoyarían.

Muchos asocian su casa grande con el plan Ibarretxe.

Ese plan sólo consiguió un apoyo del 51% en Euskadi.

La Constitución impide un referéndum para la autodeterminación.

Puede haber un choque alguna vez. Las leyes están al servicio de la democracia. Las leyes se pueden adecuar. Y para conseguir el concierto no deberíamos modificar la Constitución.

Un reto pasaría por defender el Estatuto si lo recorta el Tribunal Constitucional (TC).

El TC tiene su función. ¿Pero cómo un TC tan deslegitimado puede cambiar la opinión de un país que votó sí en un referéndum?

La oposición remarca que esto es una salida por sus problemas internos tras cuatro años fuera del poder.

No es verdad. Cataluña está en un mal momento: a la cola en educación, caos en Cercanías, suministro eléctrico... Sólo he propuesto un proyecto en un momento de emergencia.

¿CIU gobernaría ahora con Zapatero?

Zapatero debería dar un giro de 180 grados. Promete mucho, pero hechos, después, pocos.

¿De quién están más lejos, del PSOE o del PP?

Un poco más del PP, que ha usado Cataluña con fines electorales. Al PSOE no le tenemos confianza: AVE, Cercanías, Estatut...

¿Zapatero puede bromear sobre Cercanías? Mejor reír que llorar, ¿no?

Zapatero presume de talante, pero se equivocó. Esto pasa por la incompetencia de un Gobierno que, en vez de destituir a la ministra de Fomento, la aplaude.

BIO

Mas (Barcelona, 1956) es el jefe de la oposición en el Parlament. Tiene tres hijos y está licenciado en Economía.