El alcalde de Cullera (Valencia), Jordi Mayor, ordenó el pasado martes la suspensión de las últimas rondas de una batalla de gallos en la ciudad organizada en su paseo marítimo.

Según informa el diario Levante-EMV, las expresiones utilizadas por los raperos en algunas de esas batallas el pasado fin de semana propiciaron reclamaciones de vecinos y visitantes de la localidad a través de varias llamadas a la Policía Local.

Para la propietaria de un apartamento que habla al portal levantino, "fue una actuación horrorosa, llena de insultos de todo tipo degradantes y discriminatorios".

Según el medio, las demás quejas giraban entorno al lenguaje empleado en las batallas, con descalificaciones soeces, machistas y xenófobas. El Ayuntamiento se desvinculó de "cualquier posible expresión de odio" que se hubiera producido en el concurso.