PACMA exige la prohibición del festejo de 'La gata negra' en Voto

  • El partido animalista PACMA ha exigido que se prohíba el festejo de 'La gata negra' que se celebra en la localidad cántabra de Carasa, en Voto, cada 16 de agosto desde el año 1477, y que está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Fiesta de la 'Gata negra'
Fiesta de la 'Gata negra'
GOBIERNO
Fiesta de la 'Gata negra'

La formación ha advertido al Ayuntamiento y a la Guardia Civil de la "ilegalidad" del festejo y ha anunciado que, en el caso de que se celebre, denunciará a las autoridades por consentir un evento "basado en el maltrato animal".

Así lo ha anunciado hoy en un comunicado de prensa, en el que ha explicado que en Voto, "todos los años meten a una gata negra en un carromato tirado por un burro. Así, estos dos animales, aterrados y estresados, son llevados hasta el escenario en el que a la gata negra se le leen sátiras y se le hacen burlas. Al final, la gata es lanzada desde dos metros de altura para poder ver qué dirección toma en su desesperada huída y, así, todo el pueblo puede perseguirla".

Con el llamamiento a las autoridades, PACMA ha solicitado que se vele por el cumplimiento de la ley "y no se autorice esta cruel fiesta, propia de siglos pasados, en la que una gata huye despavorida por las calles del pueblo mientras es perseguida por la multitud".

De lo contrario, y en el caso de que el Ayuntamiento de Voto siga adelante, el partido animalista denunciará a las autoridades "por consentir y amparar un festejo basado en el maltrato animal que no tiene cabida en la legislación española".

"Es inadmisible que las agresiones a animales sigan siendo el eje central de multitud de fiestas patronales que amparan y perpetúan la violencia bajo la excusa de la diversión", ha sostenido PACMA.

FIESTA

El Gobierno de Cantabria explica en su portal 'Turismo de Cantabria' que 'La gata negra' es un ritual único en España, marcado por la tradición agrícola y carnavalesca.

La historia de la 'Suelta de la Gata Negra' se remonta a 1477, año en el que se originó la celebración. Entonces, una sequía asolaba y amenazaba las cosechas del pueblo de Carasa. La leyenda cuenta que Manuel Otero, alcalde de aquella época, trajo una gata negra en procesión que tenía fama de tener poderes. Al soltarla, la gata se fue hacia la mies y aquel año, como si de un milagro se tratase, las cosechas mejoraron.

Por ello, todos los vecinos de Carasa, año tras año, están pendientes del camino que tomará la gata en su huida. Antaño, si se dirigía hacia la mies, era presagio de fertilidad en los campos y buenas cosechas; sin embargo, si huía hacia el Pico Carrasco era señal de malos augurios. De ahí el marcado carácter agrícola de esta celebración.

En cuanto al origen carnavalesco, explica el Gobierno, queda patente en la escolta de todos los niños del pueblo disfrazados que acompañan a la gata en su camino desde Rioseco (barrio más alto de Carasa) hasta la plaza del pueblo.

La gata llega a la plaza del pueblo subida en una carroza adornada y en compañía de un trovador y su comitiva. Una vez allí, el trovador contará a modo de coplillas las confidencias que le ha hecho la gata sobre los sucesos acontecidos en los barrios de Carasa (Rioseco, Ampudia, El Cristo, Camargo, La Iglesia, Angustina, etcétera) y sobre algún hecho concreto de especial relevancia.

La Gata Negra fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional el 3 de agosto de 1998.

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