Vecinos del Centro Histórico piden que la Feria se traslade al Real y dicen que no se cumplirán los horarios

  • El presidente de la gestora de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo de Málaga, Alfonso Miranda, ha insistido en que la Feria del Centro se celebre íntegramente en el Real de Cortijo de Torres y ha afirmado que, "pese a las múltiples declaraciones que teorizan sobre horarios, música y comportamiento cívico" se sabe que "el bando, de nuevo, no se cumplirá".
Feria del Centro de Málaga
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EUROPA PRESS/ FERIA DEL CENTRO
Feria del Centro de Málaga

A su juicio, según ha expuesto, "será imposible garantizar la seguridad y la evacuación de las multitudes en caso de emergencia", además de que "tendremos que optar entre una imposible convivencia y el exilio de nuestras casas".

Ha hecho, de igual modo, y a pocos días de que comience la Feria, que tendrá lugar a partir del 12 de agosto, un balance sobre cómo están evolucionando "los conflictos" que les atañen, "sobre cuánto afectan a nuestra vida diaria las decisiones que desde el Ayuntamiento o la Junta se han tomado, o bien se han dejado premeditadamente de adoptar pese a ser objeto de reclamación desde hace ya años".

"La Feria que se avecina será, de nuevo, la máxima expresión de todos esos problemas", han lamentado en una tribuna, al tiempo que ha añadido que "somos muchos, no solamente sus residentes, los que pensamos que el Centro Histórico ha tomado una rápida y peligrosa deriva hacia lo contrario de lo que oficialmente 'venden' las instituciones".

En este sentido, han añadido se habla de "ciudad cultural y de los museos, de agradable convivencia de propios y extraños, cuando cada vez estamos más cerca del 'modelo Magaluf'".

Han aludido también a las "numerosas alegaciones" públicas, e intervenciones en medios de comunicación o el pleno municipal, lamentado que "sólo han servido para constatar la ceguera con la que nuestras autoridades enfocan los problemas de la gentrificación y la turistificación, haciendo oídos sordos a cuantas recomendaciones hayan recibido".

"Mientras muchas ciudades de Europa y España están tomando medidas para preservar sus centros históricos de problemas similares a los que padecemos en Málaga, aquí se practica la política del avestruz. Cuando otros arrían velas, nosotros las izamos con lunático alborozo", han criticado en un comunicado.

Asimismo, han dicho que en el barrio del centro histórico "nos sentimos cada vez más como extraños en nuestra propia casa, ya que, han continuado, "formamos parte de un decorado saturado por el exceso de ocupación, en el que no se respetan nuestros derechos constitucionales y en el que se nos excluye de la toma de decisiones".

"El espacio público es invadido y privatizado sin ningún tipo de control gracias al acuerdo tácito existente entre las partes implicadas en su sobreexplotación", han criticado, lamentado también el "tremendo desmadre por incumplimiento de las normativas que protegen el derecho al descanso, ya sean europeas, autonómicas o municipales".

En este punto, han recordado que han exigido "medidas contundentes", pero "nos encontramos con un Consistorio que, en cambio, deriva sus funciones de control a los porteros de los bares o que aprueba sin consenso vecinal permitir música amplificada en quince puntos del reducido territorio en el que intentamos trabajar y dormir, entre otros extraños 'hábitos' de los vecinos del Centro".

"A esta falta de control de la contaminación acústica se suma la desregulación del sector de los apartamentos turísticos, una verdadera invasión del espacio doméstico: nos avasallan los turistas de borrachera, suben geométricamente los alquileres, nos expulsan de nuestras casas", han criticado.

Por último, han lamentado que, lo anterior, "se condensará espectacularmente en una Feria" que, antes de empezar, "sabemos que será "un gran éxito" aunque hayamos sido ajenos a su 'organización'", han ironizado, lamentado que "desde el Ayuntamiento fuimos convocados hace apenas unas semanas y solo para comunicarnos las decisiones ya tomadas de antemano".

Pese a todo, han dejado claro que "en absoluto renunciaremos ni a nuestros derechos, ni a nuestras viviendas, ni a nuestro barrio. Lejos del derrotismo, seguimos sumando fuerzas, energías y ganas para reclamar nuestra dignidad como residentes. Continuamos, pues, a la espera de ver en qué queda la respuesta de los poderes públicos ante la que se avecina", han concluido.

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