El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha permitido la celebración este viernes del Tiro al facha, en la localidad navarra de Etxarri Aranat, un acto juvenil donde se lanzan piedras a fotos de instituciones como la Guardia Civil, y de una marcha mañana en Galdakao (Vizcaya) por el etarra muerto en prisión Kepa del Hoyo.

Moreno, en funciones de guardia, ha rechazado así las peticiones de Dignidad y Justicia de prohibir estos dos actos porque, según esta asociación, incurren en enaltecimiento del terrorismo, ya que no ve indicios de que se puedan encuadrar en este delito, pero sí ordena a las fuerzas de seguridad controlarlos por si se comete algún delito durante su celebración.

En el primer caso, se trata de un acto organizado por un grupo juvenil de la localidad navarra dentro y enmarcado en el llamado Día del inútil.

Durante el evento, denunció la asociación de víctimas, se cuelgan fotos de instituciones como la Policía Nacional, la Guardia Civil, la monarquía o la iglesia, así como de partidos políticos, y se insta a tirarles piedras.

Moreno ha acordado este viernes no prohibir este acto porque no hay indicios de entidad suficiente para apreciar un delito de enaltecimiento o de otro tipo, ya que cree que es una mera expresión de opiniones arriesgadas que inquietan o chocan a diversos sectores de la población.

Sin embargo, sí ha librado oficios a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y al Departamento de Interior del Gobierno vasco para que lo controle y se adopten medidas con el fin de evitar que se incurra en algún delito.

Si así fuese, pide a las fuerzas de seguridad que identifiquen a las personas que cometan esos posibles delitos y abran diligencias contra ellas.

Eso mismo hace con la manifestación convocada mañana a las 18.00 hora en Galdakao por la izquierda abertzale en protesta por la política penitenciaria del Gobierno tras la muerte en prisión del etarra Kepa del Hoyo el pasado lunes de un ataque cardiaco mientras hacía deporte.

Esta manifestación, dice el juez, es solo una expresión de un deseo de libertad a las personas a las que se apoya y no justifica ni ensalza las acciones delictivas de los etarras presos, por lo que estaría amparada por el derecho a la libertad de expresión.