Las últimas investigaciones en la cueva cántabra de La Garma (en Omoño, Ribamontán al Monte) se han saldado con el hallazgo, en el ámbito arqueológico, de un húmero de elefante "muy espectacular", que está "en perfecta conversación", y, desde el punto de vista climático, con una estalagmita más antigua que las descubiertas anteriormente, y que permite analizar la evolución del clima en los últimos 20.000 años, ya que "llega hasta el máximo frío de la última glaciación".

Lo ha destacado este jueves Pablo Arias, responsable junto con Roberto Ontañón de los estudios en este yacimiento, con motivo de la visita que ha girado al mismo el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, que ha definido la zona como uno de los ejes del Plan Estratégico de Arte Rupestre, que se presentará "en los próximos días".

Arias ha remarcado que La Garma no es importante solo desde el punto de vista arqueológico, sino que es "clave" para estudiar la evolución del clima, al contar con "una de las mejores secuencias" en las estalagmitas halladas y a la que se añade la última descubierta, que va a ser muestreada este año para conseguir un "registro climático fundamental".

Este experto ha detallado, además, que se continuará con la excavación exterior de la cueva, donde se registran restos de población del Paleolítico Inferior, "los primeros ocupantes de Cantabria, que habitaron la región hace unos 400.000 y 100.000 años -ha dicho- y que son "similares" a los que ocupaban Atapuerca.

Al tiempo, ha indicado Arias, se está ampliando una zona de excavación "muy prometedora" que se inició el pasado año, y se realizan trabajos sobre la transición del hombre Neardenthal hacia los humanos modernos, del Paleolítico Medio al Superior, en la entrada de la cueva.

Y en la galería inferior, se finalizará la fotogrametría de la zona III, con suelos de habitación del Magdaleniense Medio, de hace 16.000 años, y se iniciará en la zona I del mismo periodo.

También comenzarán los estudios previstos en los suelos de habitación del Magdaleniense medio de la citada zona III, y se terminarán los de arte rupestre en el área IV, donde hay pinturas y grabados de diferentes periodos del Paleolítico Superior.

Por su parte, Roberton Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, ha subrayado el valor divulgativo del yacimiento de La Garma, de cuya galería inferior existe una réplica en el MUPAC.

Ha recordado que la Consejería está trabajando en la actualidad en un proyecto denominado 'Una ventana a La Garma', que consiste en instalar un equipo de cámaras robotizadas en dos puntos de la galería inferior, en la zona I donde está el famoso 'caballo', icono de la cavidad, y la IV, que cuenta con estructuras en suelo distintos restos.

El objetivo es emitir, a través de fibra óptica y por satélite, la señal en directo al MUPAC, mediante unos monitores que se podrán mover y que permitirán al visitante conocer diferentes panorámicas de la zona.

Por su parte, Ruiz destacó que La Garma será uno de los ejes del Plan Estratégico de Arte Rupestre, que se presentará en los próximos días. En este yacimiento se inicia la campaña de investigación de este año, que abarca a un total de 13 yacimientos, a los que aporta 150.000 euros la Consejería.

PLAN ESTRATÉGICO DEL ARTE RUPESTRE

En cuanto al Plan, el consejero ha señalado que se trata de un documento que servirá de base para diseñar las líneas de actuación futura que refuercen la marca exterior de Cantabria como un territorio con un patrimonio rupestre "de primer orden", como demuestran las diez cuevas declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO u otros tantos destinos abiertos al público e incluidos en la Red 'Caminos de Arte Rupestre Prehistórico'.

Según ha expresado Ruiz, este plan viene a "cubrir una demanda hace tiempo manifestada desde distintos sectores de la sociedad", del ámbito científico, académico, institucional y turístico. "No se entendía que una región como la nuestra, con un potencial en este campo de primera magnitud, no contara con un instrumento que marcara las pautas de su protección, estudio y difusión".

La zona arqueológica de La Garma tiene un capitulo "destacado" en la redacción del Plan Estratégico, ya que se trata de un yacimiento "de gran valor", donde el Gobierno de Cantabria viene financiando distintas campañas de investigación desde su descubrimiento en 1995.

"Nuestro objetivo en La Garma es poner en valor esta zona arqueológica, ya que a pesar del impacto que tuvo su descubrimiento en el ámbito científico, es aún muy desconocida para la gran mayoría de la sociedad cántabra", ha explicado Ruiz, para quien se debe "aprovechar" las ventajas "muy peculiares" que ofrece esta cueva, como la espectacularidad y variedad del registro arqueológico, cercanía a Santander, localización en una comarca con pocas dotaciones culturales.

CENTRO INTERPRETACIÓN

Precisamente por todo eso, Ramón Ruiz ha anunciado que el Ejecutivo está estudiando la posibilidad de diseñar un centro de interpretación, un lugar en el que los visitantes podrán recorrer el monte y los distintos enclaves arqueológicos que son accesibles, como la cueva del Mar, la entrada de La Garma A o el castro del Alto de La Garma, "viviendo la experiencia del contacto directo con uno de los lugares mayores de la prehistoria española".

En este sentido, ha reconocido la "estrecha colaboración" con el ayuntamiento de Hoz de Anero con el que se está trabajando en la delimitación del entorno de este Patrimonio de la Humanidad, y en reforzar su protección.

En este punto, el alcalde, Joaquín Arco, ha agradecido el esfuerzo de la Consejería "por ayudarnos a poner en valor este importante patrimonio para nuestro municipio".

CONVENIO CON MECENAS

Por otro lado, y para finalizar, Ramón Ruiz ha mencionado los contactos que se están llevando a cabo desde su departamento con Stuart Wietzman, un mecenas que ha mostrado su interés en apoyar financieramente una serie de investigaciones en esta zona arqueológica, y que "esperamos que concluya el próximo mes de septiembre con la firma de un convenio de colaboración"

"El objetivo último y primordial es

habilitar esta zona arqueológica como un espacio donde los trabajos que sobre el terreno que están realizando los arqueólogos, puedan ser conocidos por la comunidad científica pero también, por la ciudadanía en su conjunto" ha concluido el consejero.