Según han informado fuentes policiales en un comunicado recogido por Europa Press, el arrestado denunció el pasado mes de abril que le habían sustraído un teléfono móvil de alta gama, valorado en más de 1.000 euros.

Tras realizar diversas pesquisas los agentes permitieron desmontar las manifestaciones que había realizado el detenido en su denuncia y pudieron comprobar que el ahora detenido había vendido el terminal a otra persona el día anterior a formular la denuncia por una supuesta sustracción.

El arrestado, que quedó en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales el mismo día de su detención, manifestó a los agentes que la denuncia la había formulado porque le había surgido un problema económico.

La Policía ha considerado que el denunciante "no es consciente de las responsabilidades tanto penales como civiles que le puede acarrear estas denuncias falsas". Por ello, han querido lanzar "un claro mensaje" sobre estos hechos y advertir de las consecuencias y responsabilidades en las que se incurre con este tipo de denuncias, "en los que ciudadanos mal asesorados por terceras personas, pretenden obtener una indemnización del seguro".

La presentación de una denuncia falsa, han precisado, puede suponer la pena de prisión de hasta tres años y un perjuicio económico de hasta los 6.000 euros, además de generar antecedentes procesales, que pueden limitar durante varios años el poder acceder a un puesto de trabajo en la administración pública.

Las investigaciones y la detención las ha realizado el Grupo 1º del Centro Policial de Parquesol perteneciente a la Comisaría Provincial de Valladolid.