Demanda millonaria de los Saboya al Estado italiano por "los daños" durante el exilio

  • Marcharon al exilio en el 46 y regresaron en 2003.
  • Quieren recuperar los bienes que fueron confiscados a la corona.
  • FOTOGALERÍA: Víctor Manuel, en imágenes.
Vittorio Emanuele de Saboya con su hijo Emanuel Filiberto (EFE).
Vittorio Emanuele de Saboya con su hijo Emanuel Filiberto (EFE).
EFE
Vittorio Emanuele de Saboya con su hijo Emanuel Filiberto (EFE).
Los Saboya,
herederos del último rey de Italia, han pasado de la gratitud por el
regreso del exilio a pedir al Estado una millonaria indemnización
por "los daños sufridos" durante 56 años de su alejamiento del país.

"Doy gracias a todos los italianos por haber hecho posible, a través del voto del Parlamento, nuestro regreso a la amada patria", fueron las primeras palabras de Víctor Manuel de Saboya al pisar en marzo de 2003 Nápoles, la misma ciudad que le vio marchar al exilio en 1946 junto a sus padres María Jose y Humberto II.

El heredero al trono de Italia agradecía así la decisión del Parlamento de eliminar el artículo de la
Constitución de 1948 que prohibía pisar territorio italiano a los varones de la familia Saboya, tras el referéndum de 1946 en el que se proclamó la República y se les obligó al exilio.

Cinco años después del histórico voto, que permite ahora a los Saboya pasearse a sus anchas por el país, la gratitud se ha convertido en una demanda al Estado por
260 millones de euros ante los que consideran "daños morales sufridos al haber sido obligados al exilio".
Víctor Manuel de Saboya, de 70 años, heredero del último rey de Italia, que estuvo sentado en el trono poco más de un mes antes de ser obligado al exilio, pide 170 millones de euros, y a su hijo, el príncipe Manuel Filiberto, le corresponderían 90 millones.

Los Saboya quieren además que les sean
restituidos todos los bienes que fueron confiscados a la corona, entre ellos varios edificios, joyas y el Palacio del Quirinal, actual sede del Presidente de la República.

Así se lee en la
carta de siete páginas firmadas por los abogados de la familia Saboya que recibieron hace unos días el presidente del Gobierno,
Romano Prodi, y el jefe del Estado, Giorgio Napolitano, y que ha provocado un sentimiento entre la indignación y la hilaridad en los italianos.

La familia Saboya justifica su petición al asegurar que durante los años del exilio "se violaron los Derechos Fundamentales del Hombre, establecidos por la Convención Europea". "Seguiremos adelante con esta causa porque queremos que se haga justicia. Los italianos tienen que saber qué quiere decir estar exiliado y que te quiten todos los derechos civiles", dijo Manuel Filiberto.
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