La banda irlandesa U2 pone su 'The Joshua Tree' en el cielo de Barcelona 30 años después

  • Ofrecieron en la ciudad condal un directo arrollador de casi dos horas y media.
  • La gira The Joshua Tree Tour conmemora los 30 años de vida del disco más exitoso de toda su historia.
  • A los miembros de U2 les bastó un setlist impecable y una pantalla espectacular para sorprender y emocionar a su público.
  • U2 llega a Barcelona en su único concierto en España.
La banda irlandesa U2, con su líder y cantante Bono, durante su actuación en el Estadio Olímpico de Barcelona, en el único concierto en España de su gira mundial 'U2: The Joshua Tree Tour 2017'.
La banda irlandesa U2, con su líder y cantante Bono, durante su actuación en el Estadio Olímpico de Barcelona, en el único concierto en España de su gira mundial 'U2: The Joshua Tree Tour 2017'.
ANDREU DALMAU / EFE
La banda irlandesa U2, con su líder y cantante Bono, durante su actuación en el Estadio Olímpico de Barcelona, en el único concierto en España de su gira mundial 'U2: The Joshua Tree Tour 2017'.

U2 aterrizó este martes en Barcelona con motivo de su gira mundial The Joshua Tree Tour desplegando un directo arrollador en el que no faltó de nada durante las casi dos horas y media que Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. estuvieron sobre el escenario.

A los irlandeses, que no pasaron por la ciudad condal en su gira de hace 30 años tras la publicación del The Joshua Tree, les bastó con un setlist impecable -en el que himnos y clásicos iban cayendo uno tras otro- y una pantalla espectacular —de 61 metros de ancho y 14 de alto— para sorprender y emocionar a un público que está más que acostumbrado a disfrutar de lo último en shows musicales.

Noel Gallagher se encargó de calentar a los asistentes, que todavía entraban al Olímpico de Montjuic cuando el exOasis interpretaba temas como Wonderwall o Don't Look Back In Anger, casi al final de su intervención.

Pasadas las 21.30 horas y ya ante casi 60.000 gargantas, se subía al escenario el cuarteto de Dublín, que cruzaba directamente la pasarela hacia el medio del recinto para interpretar cuatro 'bombas' musicales de su repertorio más clásico, todas ellas anteriores a 1.985: Sunday Bloody Sunday, New Years Day, Bad y Pride (In the Name of Love). Esta última, además, la fusionaron con el Heroes de David Bowie, tras confesar Bono que lo había recordado al ver el anuncio de la exposición David Bowie is en Barcelona.

The Joshua Tree, de pe a pa

Hasta ahí la actuación no había tenido más aderezos que la propia música; pero fue entonces cuando el subidón dio paso a otro mayor aún: la pantalla se teñía de rojo tras el árbol de Josué, y U2 volvía al escenario principal para interpretar de nuevo y de forma íntegra el álbum más exitoso de la historia de la banda. Entraba a escena The Joshua Tree y, cómo no, lo hacía con la magia de la guitarra de The Edge -delay en estado puro- en Where The Streets Have No Name.

Luego llegarían los I Still Haven't Found What I'm Looking For, With Or Without You, Bullet The Blue Sky... y el resto de The Joshua Tree, que vivió uno de sus momentos de más álgidos con la interpretación de Exit, un tema que en directo supera con mucha diferencia a la grabación original. Mothers of the Desappeared puso el broche final al disco de 1987 con una delicadísima puesta en escena.

Bono y los suyos se retiraron entonces para volver a salir poco después y completar su actuación con unos bises de auténtico lujo: en primer lugar, la emotiva Miss Sarajevo (ahora Miss Syria) donde volvió a aflorar la voz del gran Luciano Pavarotti. Encadenar Beautiful Day, Elevation y Vertigo fue, sin duda, todo un acierto: con ellas el respetable literalmente se desgañitó y se jugó las cuerdas vocales.

Pero llegó entonces el momento Achtung Baby, con las deliciosas Ultraviolet y One; la banda irlandesa ya tenía al público completamente a su merced para acabar cerrando con una pieza de nuevo cuño llamada The Little Thing Than Give You Away, que formará parte de su próximo disco.

El 'rock mesiánico' de U2 sigue vigente

U2 continúa demostrando estar a un nivel impecable: Larry Mullen Jr. sigue siendo un reloj al que es difícil ver sonreír. Para eso está Adam, que no deja de interactuar y hacer guiños al público a cada momento. The Edge es sencillamente una obra de ingeniería, una máquina de crear sonidos y de sostener él solito toda la base melódica de la banda, no le da tiempo a sonreír con todo lo que tiene que hacer durante el concierto.

Y Bono... Bono es sencillamente un showman superlativo que se muestra cercano y entrañable. Tiene problemas de visión por su glaucoma y tampoco puede ya tocar apenas la guitarra, pero sigue siendo un niño grande, un disfrutón en el escenario, el gran líder carismático. Y todo eso no solo se le nota, sino que se lo transmite a un público que lo sigue en todo momento sin pensárselo. Bono te pone tierno y minutos después te hace saltar como el que más.

El 'rock mesiánico' de U2 sigue ahí, y sus mensajes cargados de mensaje no han perdido un ápice de vigencia en 30 años. Esa es precisamente la magia de los irlandeses: su mensaje sigue siendo el mismo, pero siempre han sabido adaptar a los nuevos tiempos la forma de transmitirlo.

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