Luz Casal «no hay que darle tanto drama al cáncer»

En su último disco, ‘Vida tóxica’, la cantante reflexiona sobre la enfermedad para lanzar un mensaje de optimismo y buscarle «la cara amable a la vida».
La cantante posando para los medios ayer en Madrid. (Jorge París)
La cantante posando para los medios ayer en Madrid. (Jorge París)
La cantante posando para los medios ayer en Madrid. (Jorge París)

Luz Casal recibe a la gente como si tal cosa, con una enorme sonrisa en la boca. Ni atisbo de la fatiga que meses atrás la mantenía en cama, después de ser operada con éxito de un cáncer de pecho. El único resquicio de aquello, que ahora luce con una mezcla de orgullo y nostalgia, está en su cabeza: el pelo corto.

A Sansón le quitó la vida; a ella, que ni siquiera ha pensado un poquito en abandonar este mundo, se la ha multiplicado por mil. En Vida Tóxica reflexiona sobre todo esto y, por encima de cualquier otra cosa, lanza un mensaje de optimismo a los que han pasado lo que ella. Por eso, su primer sencillo se llama Sé feliz.

Le sienta muy bien el pelo corto.

Sí. Como me decía el otro día una mujer desde Suiza, muy cariñosa, «las caras bonitas necesitan espacio». Me podía haber quedado horroroso...

Da una imagen del estilo ‘paso de todo’...

Sí, en la portada de Vida tóxica estoy exultante. Pero lo has entendido perfectamente: paso de todo; ni es tóxica ni es vida ni es nada.

Con lo que ha pasado, se esperaba un disco melancólico.

No podía haber melancolía porque no deja de ser un episodio, un traspié de salud, pero ya está. No hay que darle tanto drama. Tiene sus inconvenientes y sus temores, pero es parte de la vida.

¿Y no se ha preguntado nunca: «Por qué me pasa a mí»?

No. Por eso era imposible que hubiera melancolía. Lo que me ha salido son reflexiones e ironías, más de las que yo soy capaz de ver y analizar.

Además, sin rock en el álbum no habría sido usted...

Claro. Me llama la atención la gente que dice ahora eres menos rockera. ¿Menos que cuándo? Sospecho que no es tanta la gente que escucha por completo un disco... Porque en todos ha habido rock.

Ha reunido a músicos como Auserón, Goñi o Palladino. ¿Se ha sentido un poco princesita entre tanto caballero?

Privilegiada, sí. Aunque entre tanto hombre llevo toda mi vida... (ríe). Y esta vez me han querido más, me han dado más abrazos, más besos, me han toqueteado más... (ríe).

¿Por qué el primer sencillo ha sido Sé feliz?

Me parecía que, después de estos nueve meses, si tuviera que decir algo sería: «A pesar de que llueva –mira a través del cristal–, búscale la cara amable a la vida».

Rebosa paz, reflexión...

No sé cuánto de reflexión hay, pero me gusta analizar las cosas, y eso se tiene que notar al cantar. En temas como Lo mejor de lo peor canto en plan si queréis seguirme, me seguís y si no, sigo sola (ríe).

¿En qué pensó durante la enfermedad?

En nada, o no mucho, en cosas como el tiempo se acaba o ¿llegaré a la vejez?... No niego que haya pensado sobre las grandes incógnitas de la vida, pero no he hecho ninguna reflexión con miedo.

¿Y el próximo trabajo?

Será un viaje al pasado, con material, en algunos casos, poco conocido; aunque aún no sé qué escogeré. Van a primar las canciones con las que me identifique, y a lo mejor hay una mayor tendencia a hablar en términos amor....

¿Qué tiene Francia para que la quiera usted tanto?

No sé lo que tiene, pero allí me siento muy cómoda. Es maravillosa. Pero vamos, por lo menos hasta 2008 no iré, porque no puedo...

¿El médico no le da permiso para viajar?

No, no; ahora lo que me quedan son solamente las iteuves (ríe).

Usted es una veterana y eso en estos tiempos de música de usar y tirar es complicado.

Pues sí, es como un hito tener 11 discos. Pero trabajo, y cuento con cosas que tienen que ver con la suerte. Puede que otro cantante con más talento que yo se rompa los cuernos y no lo consiga.

¿Sigue teniendo sueños raros? (La última canción del disco hace referencia a los efectos de la medicación).

No, ya no (carcajada). En cualquier caso, no eran pesadillas, eran sueños muy luminosos y nunca los había vivido. Tiene que ver con la vida tóxica, con la medicación, sobre todo cuando no eres muy pastillera.

¿Antes no tomaba pastillas?

Yo no uso pastillas ni para dormir, ni para despertarme, ni para un simple dolor muscular. Con lo cual, en este periodo en el que me han metido tantas cosas... lo veía todo en colores.

BIO

Nació en Boimorto (A Coruña) en 1958, aunque se crió en Asturias. Su voz desgarrada y estilo rockero se hicieron populares en los años ochenta, con canciones como Piensa en mí.

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