A esta cuantía se llega como consecuencia de sumar no tres salarios mínimos interprofesionales, como se hacía hasta ahora para alcanzar los 2.100 euros; sino tres "salarios mínimos justos", fijados al menos en 1.000 euros.

La propuesta ha sido defendida por Gonzalo Rodríguez, miembro de la coordinadora, quien ha justificado la retirada del precepto relativo al lucro cesante en que todos los que desempeñan el mismo trabajo deben tener la misma retribución.

Así, ha visto aprobarse el plenario su modelo de carta financiera, pues la enmienda a la totalidad planteada por los críticos -que incorporaba la posibilidad de poner un sueldo a ciertos cargos orgánicos- ha sido rechazada. "Eso sí es vieja política", ha sentenciado Gonzalo Rodríguez.

"LIBERADOS FONTANEROS"

"No necesitamos liberados fontaneros. Si hay algo que arreglar, lo hacemos aquí, entre todos", ha proseguido, antes de justificar la propuesta de subir el salario "mínimo" que se toma como referencia en que los sueldos públicos siempre fueron "la guía" para el mercado laboral.

Al hilo de ello, Gladys Afonso (Anova/Marea Atlántica), la encargada de defender la enmienda a la totalidad, ha criticado que la coordinadora no llevase al plenario un informe sobre el estado de cuentas de la organización.

Adicionalmente, el plenario ha sido testigo de la rendición de cuentas de los diputados de En Marea en el Congreso, por boca de Antón Gómez-Reino. Su trabajo recibió 197 votos a favor por 13 en contra.