En concreto se le acusa de haber agredido a un camarero de un bar de Linares que resultó con el húmero izquierdo fracturado y del que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Fruto de esta lesión, a la víctima se le ha reconocido una incapacidad total para su profesión de camarero.

F.J.R.F. ha declarado ante el tribunal que todo fue "un cúmulo de despropósitos" que acabó en "una pelea de colegio" motivada por el hecho de que el camarero le quitara la copa que estaba tomando y le pidiera que abonara la misma.

"Me faltó al respeto quitándome la copa y diciéndome que la pagara", ha dicho el acusado refiriéndose a unos hechos ocurridos sobre las 00,15 horas del 21 de febrero de 2015. Ha reconocido que se puso "agresivo" porque "el camarero se puso agresivo" y ha indicado que en un primer momento sólo le dio en el rostro con la mano abierta hasta que tres personas intervinieron para separarlo del camarero.

Seguidamente hubo un nuevo agarre en el que acusado y víctima cayeron al suelo y fue en este momento cuando F.J.R.M. al caer sobre el camarero le produjo la fractura del tercio medio de la diáfisis del húmero izquierdo con tres fragmentos.

"No hubo agresión física, sólo fue una pelea de colegio", ha dicho F.J.R.M. durante el juicio y ha añadido que en su opinión todo empezó por "la inquina" que le tiene la víctima.

El camarero, que ha declarado en calidad de testigo, ha indicado que el acusado desde el momento en que entró mantuvo una actitud "borde" y que fue su propio encargado el que le pidió que estuviera pendiente de él. Ha afirmado no ser consciente de haberle quitado la consumición cuando estaba recogiendo y que recibió varios puñetazos y golpes por parte del acusado antes y después de que caer al suelo y darse cuenta de que se había roto el brazo.

Será la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén la que acabe sentenciando este caso, después de que los intentos hasta última hora por llegar a un acuerdo previo a la celebración del juicio, no hayan dado resultados.