La Comisión pola Memoria Histórica exige a los Franco que devuelvan el pazo a Sada

  • Los manifestantes realizaron la toma simbólica de una parcela
  • "Es una cuestión de dignidad", dice el presidente de la Comisión pola Memoria Histórica
  • La Xunta pretende declarar el inmueble Bien de Interés Cultural
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Un centenar de personas, según la Policía Local de Sada, y casi 300, según la organización, se manifestaron hoy ante el Pazo de Meirás para reclamar el devolución al pueblo de ese edificio y los terrenos que lo rodean, que son propiedad de los herederos del dictador Francisco Franco.

Los manifestantes partieron de la entrada del pazo a las 12.30 horas y después  "tomaron" simbólicamente una parcela cercana que, según la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica, fue "expoliada" en 1938.

La protesta se desarrolló con normalidad bajo pancartas y consignas como "Familia Franco, fóra de Meirás" o "Devolución do pazo", y finalizó con la lectura de un comunicado.

El presidente de la entidad, Manuel Monge, explicó que la devolución del edificio es una cuestión de "dignidad" y tiene un significado "profundamente político."

Pedro Barrié de la Maza

El Pazo de Meirás, que anteriormente perteneció a la escritora gallega Emilia Pardo Bazán, fue ofrecido a Franco en 1939 por un grupo de ciudadanos entre los que figuraba el banquero Pedro Barrié de la Maza, quien promovió una iniciativa "popular" para adquirirlo.

El edificio, en el que el dictador y sus familiares acostumbraban a pasar sus vacaciones, fue comprado con la aportación de una parte del sueldo de funcionarios y trabajadores, sin que estos pudieran oponerse a ese proyecto.

Destruido por un incendio en 1978 y posteriormente rehabilitado, el Pazo de Meirás y sus terrenos contiguos han sido reclamados por el Ayuntamiento de Sada en compensación al esfuerzo de los trabajadores que contribuyeron con su aportación a comprarlo.

En manos de la Justicia

Recientemente el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) rechazó un recurso presentado por Carmen Franco Polo, nieta de Franco, para impedir la entrada de técnicos de la Xunta para inspeccionar el edificio.

La familia de Franco vio así frustrada su intención de impedir la entrada de un equipo técnico de la Dirección General de Patrimonio Cultural para comprobar el nivel de conservación de la residencia con la intención de efectuar un informe ante el interés de la Xunta de declararlo Bien de Interés Cultural, tal y como ya ha solicitado el Ayuntamiento de Sada.

Esta declaración supondría que la familia Franco se vería obligada a permitir cuatro días de visitas públicas al mes, así como a conservar todo este espacio y a pedir permiso a la Xunta para todas las obras y actuaciones que quiera realizar.

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