El Ayuntamiento de Málaga dispone de una Unidad de Emergencia Social (UME) para dar una respuesta "eficaz y eficiente" a las emergencias socio-sanitarias en la ciudad. Hasta el 20 de junio ha atendido a 579 personas y durante el ejercicio 2016 realizó 1.043 intervenciones.

La emergencia social es una situación de vulnerabilidad y desprotección de las personas y que requiere una respuesta inmediata para paliar los efectos de la situación sobrevenida, según ha indicado en rueda de prensa el concejal de Derechos Sociales, Julio Andradre.

Así, ha señalado que está atendiendo las 24 horas del día y durante todo el año a la ciudadanía malagueña ante situaciones de ruinas, riesgo de la salud pública, desahucios y desalojos, ingresos urgentes en centros residenciales, traslados no voluntarios, caídas en los domicilios y detección de casos en riesgo de suicidio.

Dependiente del Área de Derechos Sociales, la UME exige y mantiene una coordinación permanente con la Policía Local, los servicios sociales municipales y el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV).

Está integrado por trabajadores sociales, enfermeros y otros profesionales que conforman un equipo interdisciplinar que es pionero en el país.

Su intervención, ha indicado, se centra en todas las situaciones de emergencia social, ya sean individuales, familiares o colectivas producidas en la vía pública, en los domicilios particulares o en cualquier lugar del municipio. Además, está preparada para actuar en grandes emergencias o catástrofes en coordinación con otros servicios de emergencias, como los Bomberos, la Policía Local o Protección Civil.

La UME unifica las acciones de emergencia social en colaboración con el Área de Seguridad, el Área de Bienestar Social y el IMV. Las llamadas recibidas en el Centro Municipal de Emergencias -a través del 092 y del 112- están protocolarizadas para ser atendidas, su fuera necesario, por el equipo de profesionales de esta unidad.

En coordinación con los servicios sociales municipales, activa el

Servicio de Ayuda a Domicilio, en casos de urgencia y con carácter complementario y transitorio; propone alojamientos alternativos ante la imposibilidad de permanencia en el domicilio o por ausencia del mismo; ejecuta traslados no voluntarios de personas por mandato judicial -ciudadanos incapacitados, tutelados o que requieran asistencia con medidas judiciales- y actual como primeros agentes detectores en casos de riesgo suicida.

El IMV comunica al UME expulsiones forzosas de los ocupantes de un inmueble por orden judicial y que corresponden a personas que se encuentran dentro de los programas del Instituto de la Vivienda, coordinándose una acción conjunta. Cada uno de los casos se resuelve de manera individualizada, proporcionado los recursos más adecuados para cada situación, ha precisado el edil.

AUXILIO A MAYORES POR CAÍDAS

En el año 2016 se realizaron 1.054 actuaciones de emergencia social y hasta el 20 de junio del año 2017 se han contabilizado 579.

En el último año y medio se han tramitado 176 expedientes que corresponden a actuales sociales múltiples y complejas y que pueden incluir ingresos en residencias, traslados involuntarios, visitas domiciliarias, valoraciones hospitalarias, desalojos judiciales y caídas en domicilio.

Un capítulo especial corresponde al auxilio a personas mayores por caídas ocurridas en sus domicilios. Málaga, ciudad con un claro envejecimiento de la población, tiene una proporción de mayores de 65 años del 15,3 por ciento. Esto supone una cifra aproximada de 88.683 personas, de las que 23.669 viven solas en sus hogares. Este este grupo de población el que presenta un alto riesgo de necesitar ser auxiliadas en su domicilio de forma puntual o repetitiva por caídas o por un empeoramiento repentino de la salud.

En el año 2016

se realizaron 726 acciones de auxilio por caídas en domicilios. Entre el 1 enero y el 20 de junio estas intervenciones ascienden a 405. De las caídas de este año 167 se han producido en horario nocturno y 158 por la mañana. Por edad, el 44,4 por ciento tienen entre 80 y 89 años y el 28,3 por ciento entre el 70 y 79 años. Viven solos en su domicilio 137 de los auxiliados y 150 son mujeres.