Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro integrantes de un grupo criminal presuntamente dedicado a robar cajeros automáticos y cajas de tráfico -cajas de seguridad- haciéndolos explotar con una mezcla de gases, y que obtuvieron en dos golpes casi 100.000 euros.

Según ha informado este jueves la policía catalana en un comunicado, se les considera autores materiales de dos robos con fuerza en entidades bancarias, uno en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) el 10 de marzo y otro en Pals (Girona), el 14 de mayo.

En el primero hicieron explotar una caja de tráfico de una entidad bancaria de la rambla Marina que hizo que la puerta blindada de 100 kilos se desplazara unos 30 metros y que varios vecinos se despertaran sobresaltados, llevándose en total 70.000 euros.

En el segundo se llevaron 27.000 euros de un cajero automático explotando un cajero automático de la localidad.

Este grupo realizaba trabajos preparativos antes de perpetrar sus golpes, estudiando los movimientos de dinero y las medidas de seguridad, diseñando la mejor estrategia para estar seguros que el botín sería sustancioso, según los Mossos.

Fueron arrestados en un dispositivo policial el 13 de junio y se realizaron entradas y registros en sus domicilios en Barcelona y una finca rural de Gandesa (Tarragona).

Se recuperaron aparatos electrónicos para robar vehículos -que usaban en sus acciones-, elementos para la fabricación casera de explosivos, gases altamente inflamables y material electrónico.

El líder del grupo ya había sido detenido en dos ocasiones por hechos similares, en 2013 por 11 robos en cajeros y en 2015 por otros cinco robos -en uno de ellos quedó herido grave por manipular material explosivo-.

Los detenidos, de nacionalidades española, italiana y ecuatoriana, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de L'Hospitalet de Llobregat el 16 de junio y tres de ellos ingresaron en prisión.