Las nuevas líneas de autobús que ha diseñado la Xunta en la primera fase del plan de transporte público de Galicia volverá a debatirse este lunes en una reunión a tres bandas entre la Consellería de Infraestruturas, las federaciones que agrupan a las empresas y los sindicatos UGT, CC.OO. y CIG.

La cita, antesala de la primera jornada de huelga convocada por los representantes de los trabajadores, llega después de un encuentro este viernes sin acercamientos entre las partes, que, sin embargo, sí mostraron su disposición a dialogar.

Por un lado, la patronal y las organizaciones sindicales defienden empezar de cero un nuevo documento, al oponerse al modelo que aspira a implantar el Gobierno gallego -de integración del transporte escolar en las líneas regulares de pasajeros-, puesto que aseguran que destruirá negocio y empleo.

Por su parte, el departamento de Ethel Vázquez defiende su anteproyecto "como alternativa para garantizar que a partir de agosto habrá servicios después de las renuncias de las empresas a seguir prestando más de 500 líneas".

LA INCÓGNITA, SI HABRÁ HUELGA

La proximidad entre la reunión de este lunes y el primer paro del martes, al que sucederá otro el miércoles -y así indefinidamente todas las semanas-, hace difícil pensar en una desconvocatoria de huelga, aunque UGT, CC.OO. y CIG advierten de que todo es posible, si hay voluntad.

Con todo, la Xunta ya ha fijado unos servicios mínimos, que se sitúan en torno a un tercio para los servicios regulares y cubren la totalidad para los escolares.

LA TENSA REUNIÓN DEL VIERNES

El viernes, las tres partes mantuvieron una tensa reunión a la que había convocado la consellería tras ofrecerse a mediar por el conflicto que, en paralelo, mantienen patronal y sindicatos por el bloqueo de los convenios colectivos -que tienen carácter provincial-.

Anetra, Fegabús y Transgacar (tres de las cuatro federaciones del sector, junto a Fegatravi) advierten de que esta negociación está hoy supeditada "a un plan que implica menos puestos de trabajo y precarización de las condiciones laborales".

También la Confederación Galega de ANPAs de centros públicos expresó su rechazo al proyecto de Infraestruturas, a través de un comunicado de prensa, "por convertir el transporte escolar en transporte de viajeros con reserva de plaza".

LOS ARGUMENTOS

De un lado, las centrales sindicales auguran la desaparición de hasta un millar de trabajadores, de una plantilla que en total ronda las 7.000 personas.

Las empresas esgrimen que las pequeñas compañías, las que abastecen el rural, se quedarán sin hasta un 70% de su carga de trabajo con el nuevo diseño.

Mientras, precisamente, la Xunta defiende que redactó este plan "como alternativa" para que a partir de agosto haya servicios y empleo después de las renuncias de las empresas a seguir prestando más de 500 líneas".

LOS ANTECEDENTES

En marzo de 2016, el Tribunal Supremo anuló la prórroga de las concesiones de autobuses de línea regular que el Ejecutivo autonómico impulsó en 2009.

Ahora que debe volver a adjudicar la mayor parte de las concesiones, la administración autonómica pretende también reestructurar buena parte de las líneas.