El conocido cuento de La casita de chocolate es una tradición alemana recopilada por los hermanos Grimm. Hansel y Gretel son hijos de un pobre leñador que no tiene con qué mantenerlos y, en un año de terrible hambruna, los abandona en el bosque para que mueran. Los niños encuentran en el bosque la casa de una bruja y se sorprenden al ver que está fabricada con dulces.
En la primera versión de la narración, la casa era únicamente de pan. Después se pasó a describirla como de jengibre. Finalmente, la exageración triunfó y se habló de techos de chocolate, paredes de mazapán, suelo de azúcar, ventanas de caramelo, puertas de turrón, y confites variados en el camino que llevaba a la casa. Acuciados por el hambre, los niños empiezan a comérsela.
Esto provoca las iras de la bruja, que decide devorarlos a ellos. Los aprisiona y los ceba para que engorden. Los niños finalmente consiguen encerrar a la bruja en el horno, donde muere quemada. Escapan con joyas y monedas de oro y regresan a la casa de sus padres.
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