Los vecinos de la pedanía murciana de Beniaján (9.814 habitantes) están cansados de ver pasar a diario un centenar de camiones de gran tonelaje por sus calles porque aún quedan fábricas de exportación de cítricos en el centro del pueblo.

El tránsito de los camiones de gran tonelaje por el centro de la pedanía deja atascos, ruidos y, en ocasiones, destrozos en la vía pública y afecta, además de a los vecinos de Beniaján, a los de Torreagüera, La Azacaya y Los Ramos.

El pasado lunes uno de estos tráilers atropelló a una vecina de 78 años y a su sobrino. La mujer, atrapada bajo las ruedas del camión, tuvo que ser rescatada por los Bomberos y al cierre de esta edición su pronóstico era grave.

«El camión se pasó el semáforo en rojo. Me lo ha contado mi hijo que la acompañaba y ha quedado lesionado del cuello», explicó la hermana mayor de la víctima.

El accidente ocurrió frente al cuartel de la Policía Local, que en su puerta tiene una cámara que enfoca hacia el lugar donde esta vecina fue atropellada.

«Las empresas ya se están trasladando. Dentro de poco tendremos tres polígonos industriales en las afueras», tranquiliza el pedáneo Francisco Hernández (PP).

Así opinan los vecinos

Ángel Ortiz

41 años, soldador. «En más de una ocasión hemos tenido que sacar a un camión que se ha quedado atrapado en una calle o en el túnel. Es normal, son calles pequeñas y esto son camiones que viajan al extranjero. Lo peor es que la Policía no hace nada».

Pablo de la Fuente

35 años, agente inmobiliario. «Muchas veces hay que llamar a los dueños de los coches para que un camión pueda dar el giro en una calle. En cuanto alguien deja el coche un poco fuera de la línea del parking ya hay problemas con el tráfico, y más si pasa un camión.