La firma se ha realizado en el salón de actos del MUPAM, en una sesión en la que también han rubricado el documento el resto de componentes de la Mesa: el presidente de Málaga Inclusiva, de Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y/u Orgánica de Málaga, Miguel Ángel Martín Domínguez; el coordinador Provincial de Cruz Roja, Samuel Linares; la gerente de Incide, Albertina González; el presidente de la Asociación NAIM, Enrique Porras; el presidente de la Asociación Arrabal AID, José Antonio Naveros; el presidente de Prodiversa, Juan Carlos Espejo; el director de Málaga Acoge, Alejandro Costina; el delegado de Codenaf en Málaga, Adel Baba El Mokhtari y el representante de la Asociación Meridianos, José Joya Roldán.

Según ha explicado Martín Rojo, los aspectos que aborda el compromiso firmado están recogidos prácticamente de forma íntegra en la diferente normativa que regula las prácticas profesionales. De esta manera, ha señalado que su ratificación "debe interpretarse fundamentalmente un gesto o una declaración de intenciones frente al mercado laboral, sin vínculo de carácter jurídico".

En su opinión, esta circunstancia no reduce la importancia del acuerdo ya que "resalta la disposición de las entidades firmantes por dignificar el ejercicio de las prácticas profesionales para reforzar su papel en la formación de quien las ejerce, al tiempo que se beneficia a las empresas que las facilitan, cumpliendo todas las garantías para que no se conviertan en otro tipo de relación laboral". "Hay que velar porque no se confunda un periodo de prácticas en empresa con el periodo de prueba de un contrato de trabajo", ha señalado.

El compromiso firmado es producto de un intenso proceso de reflexión y autocrítica desarrollado por parte del personal técnico que participa de la Mesa por el empleo de Málaga. El término "prácticas" hace referencia a una planificación de actividades en las que una persona que ha recibido formación teórico práctica relacionada con el desempeño de una ocupación aplica los aprendizajes adquiridos en el contexto real del centro de trabajo de una empresa.

De esta manera, las prácticas en empresas se integran dentro de un proceso formativo que pretende promover la adquisición de competencias técnico-profesionales y personales relacionadas con una ocupación o grupo de tareas con significación para el empleo.

Los redactores del documento consideran que la inserción laboral, tras las prácticas formativas, puede ser una opción después de cumplirse un proceso formativo adecuadamente planificado y desarrollado, y no una finalidad en sí misma.