«Los fritos no son alimentos prohibidos»

A finales del siglo XIX los médicos especialistas observaron que no todo el mundo toleraba por igual los alimentos, por lo que sometían a sus pacientes a largas monodietas para detectarlos. Hoy, los avances en nutrición dan la posibilidad de realizar el test de intolerancia alimentaria. Quien más sabe de esto, al menos en Córdoba, es Beatriz Andicoberry, una de las pocas doctoras que realizan el Test de Elisa Modificada (Encimo Inmuno Análisis).

¿Para qué sirve el test de intolerancia alimentaria?

El test da a conocer de forma personalizada los alimentos que no tolera nuestro organismo. Cada persona es un mundo, hay a quien le engorda la lechuga y a quien le adelgaza el chocolate.

¿Quién ha de hacerse el test?

Yo se lo recomiendo a todo el mundo. Cuesta 350 euros. No sólo trata la obesidad,  mejora la salud y con él se pueden tratar problemas digestivos, jaquecas e incluso soriasis.

Una vez hecho el test, ¿se han de evitar todos los alimentos que no toleramos?

Durante un tiempo sí. Una vez alcancemos el peso ideal se pueden ir introduciendo en la dieta. Es como si fuera una intoxicación alimentaria. Poco a poco iremos perdiendo su intolerancia.

A excepción de los alimentos prohibidos, ¿se puede comer de todo?

Sí. Con nuestras dietas los fritos no son alimentos prohibidos. Cada uno elige su dieta.

BIO

Beatriz es madre de dos niñas y en su tiempo libre le encanta leer y hacer deporte. Su afición favorita es el boddypump (aeróbic).

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