Cantabria deja a los alumnos sin vacaciones de Semana Santa y sin Carnavales

Dos mochilas en una clase de un colegio.
Dos mochilas en una clase de un colegio.
EUROPA PRESS
Dos mochilas en una clase de un colegio.

La Mesa Sectorial Docente en Cantabria ha aprobado este viernes el calendario escolar para el curso 2017-2018, con cinco bimestres lectivos y una semana de descanso entre cada uno y cuatro evaluaciones, que mantiene la jornada reducida en junio y septiembre para Infantil y Primaria y elimina la Semana Santa y los Carnavales como periodo de vacaciones.

Con esos periodos de descanso cada 60 días se mantiene la estructura que se implantó en la región en el año académico 2016-2017 que está a punto de concluir. Un modelo que, según el consejero de Educación, Ramón Ruiz, "ha sido bueno para los alumnos".

Ruiz ha lamentado que no se haya alcanzado un acuerdo "uniforme" y confía en que las asociaciones de padres, Fapa y Concapa, que abogaban por eliminar la jornada reducida al principio y al final de curso para los más pequeños, "comprendan las razones" de la decisión.

Los sindicatos representados en la mesa (STEC, ANPE, CC OO y UGT) sí han mostrado su satisfacción por este acuerdo alcanzado a través del "diálogo", en el que han subrayado que "se han impuesto los criterios docentes" y que consideran "un primer paso" para la vuelta a las tres evaluaciones.

"Racionalización" de los tiempos

Tras la reunión, en la que también se ha aprobado una nueva orden de profesores interinos que Ruiz ha señalado que "mejora sustancialmente" aspectos de organización, el consejero ha destacado que el calendario con cinco bimestres representa una "racionalización" de los tiempos escolares "para un mayor bienestar físico y emocional de los niños".

La primera semana de vacaciones será, como el año pasado, en torno a la festividad de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Le seguirán las tradicionales vacaciones de Navidad, para añadir después "cuatro días" en febrero, que no coincidirán con Carnavales, y un cuarto descanso aprovechando el Primero de Mayo, esto es, después de los festivos de Semana Santa, y que será el último descanso antes de las vacaciones estivales.

El titular de Educación ha explicado que, de las cuatro evaluaciones, una menos que en el anterior calendario escolar, la primera se realizará a principios de noviembre y servirá para que, después de un mes y medio de que haya comenzado el curso, los profesores elaboren un informe sobre cada alumno y poder tomar medidas correctoras si es necesario.

Se elimina la otra evaluación cualitativa que obligaba a entregar un informe a las familias en febrero, mientras que se mantienen las tres cuantitativas de Navidad, final de curso y una intermedia "sobre" la semana anterior a Semana Santa.

Lo que también se elimina es la jornada reducida en junio y septiembre para Secundaria y Bachillerato, que comenzarán el curso el 12 y el 18 de septiembre, respectivamente, directamente con seis horas lectivas.

Donde se mantiene esta reducción de jornada, con tres horas y media de clase al principio y al final del curso, es en Infantil y Primaria, que comenzarán las clases el 7 de septiembre, y se hace a pesar de que las asociaciones de padres habían pedido su eliminación.

El consejero ha defendido su importancia porque sirve para que los niños más pequeños, que "vienen de todo un verano de vacaciones con una cierta desconexión con las tareas escolares y tienen otros ritmos vitales" se acostumbren "poco a poco" al reinicio de las clases. "Estas jornadas de junio y septiembre son muy importantes para ir entrando de forma progresiva", ha argumentado.

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