Según fuentes policiales, la joven presentó la denuncia el pasado día 7 de junio, en la que explicó que trabajaba en un establecimiento de hostelería y que, durante la tarde del día 6, cuando se cambiaba de ropa en el almacén, observó el teléfono móvil de su jefe sobre unas botellas.

A continuación, comprobó que el objetivo de la cámara apuntaba al lugar donde se había cambiado, por lo que borró el vídeo y no le comentó nada a su jefe, propietario del teléfono.

En la jornada del miércoles, cuando iba a cambiarse después de terminado su trabajo, vio cómo su jefe salía del almacén. Entonces, inspeccionó el lugar y descubrió que, de nuevo, el teléfono del hombre estaba en una estantería y con la función de grabación en marcha, dirigido hacia el lugar donde tenía su ropa.

Por ello, decidió poner en conocimiento policial los hechos y con la suposición de que "dicho comportamiento pudiera haberse repetido también en otras ocasiones", ha informado la Policía Nacional.

El presunto autor, de 50 años, ha sido detenido en las dependencias policiales de la calle Jardines, donde compareció tras haber sido citado, y ha quedado en libertad tras prestar declaración, con la obligación de comparecer ante el Juzgado de Instrucción al que se ha remitido el atestado policial tramitado.