Roger Ballen o cuando lo perturbador te atrapa sin remedio

  • Llega a Madrid la primera exposición antológica de este fotógrafo de lo 'incómodo' y lo surrealista.
  • Nacido en Estados Unidos pero afincado en Sudáfrica desde los años 80, fue nombrado fotógrafo del año en los Rencontres d'Arles del 2002.

Si existe un fotógrafo en el mundo capaz de remover nuestra mente, incomodarnos y transportarnos a espacios tan perturbadores como fascinantes ése es Roger Ballen (Nueva York, 1950).

Lo suyo es el psicoanálisis fotográfico: "no hago fotos con un propósito, las has hago para mí, no estoy ahí para hacer declaraciones políticas, mi trabajo es puramente psicológico. No hago fotos para cambiar el mundo, para mostrar lo bueno que hubiera podido ser. Hago fotos para mostrar el reflejo de mi mismo", declaraba hace un tiempo en una entrevista para The Guardian. Y ese reflejo suyo inquieta demasiado como para no prestarle la debida atención.

Hijo de Adrienne Ballen, que trabajó en la agencia Magnum y posteriormente abrió una de las primeras galerías de fotografía de Estados Unidos, su vida estuvo ligada desde pequeño a la imagen, relacionándose con fotógrafos de la talla de Bruce Davison, Andre Kertesz, Steichen o Cartier-Bresson.

Entre la realidad y la ficción

Aunque sus fotografías siempre han tenido como objetivo fundamental analizar aspectos de la condición humana, en su carrera podemos encontrar dos periodos bien diferenciados. Hasta mediados de la década de los 80, momento en que se afinca en Sudáfrica, sus trabajos eran de índole documental pero a partir de entonces hay un punto de inflexión. Ballen comienza a servirse de lo real para crear imágenes introspectivas y surrealistas. Mezcla objetos, animales y personajes en los límites de la locura y los sitúa en ambientes sórdidos y extraños, siendo complicado y a la vez fascinante para el espectador intentar dilucidar donde está lo real y la ficción fotográfica.

"Siempre sigo mi instinto y lidio con lo real y lo que imagino. Voy a donde me lleva el viaje. Una cosa es importante: la fotografía está muy por delante de mi mente consciente. Pasan años antes de que averigüe de qué se trata realmente una imagen", ha llegado a decir.

El que quiera admirar y sobrecogerse contemplando en directo su particular estilo fotográfico tiene la oportunidad de hacerlo estos días en la madrileña galería Cámara Oscura. Allí puede verse hasta el 29 de julio la exposición Introspective, que forma parte de la sección OFF del festival PHotoEspaña. Se trata de su primera exposición antológica en nuestro país para la que se han seleccionado tres de sus series más icónicas: Outland (en la que trabajó más de veinte años), Shadow Chamber (repleta de símbolos y objetos decadentes) y Boarding House (donde tanto los seres humanos como los animales aparecen aislados).

Galardonado con el premio al Mejor Libro fotográfico en PHotoEspaña 2001 y nombrado fotógrafo del año en los Rencontres d'Arles del 2002, su obra forma parte de las colecciones permanentes del Centro George Pompidou, el MoMA de Nueva York o la Tate Britain de Londres.

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