El auto, remitido a los medios, confirma ambas resoluciones, e impone las costas de alzada al apelante sin que quepa "recurso alguno" contra este auto. De esta manera el juzgado de instrucción número dos de Oviedo, que instruye la querella del SOMA-UGT contra el exdirigente sindical por apropiación de 420.000 euros, ha reafirmado la denegación de la prueba caligráfica solicitada por su defensa y otras diligencias.

De este modo, los magistrados de la Audiencia estiman que "solo con la deliberación de ignorar" los autos emitidos por el juzgado de instrucción número dos de Oviedo se podría mantener el alegato de la defensa.

La juez, Simonet Quelle, ya afirmó en su auto del 13 de marzo que la prueba pericial solicitada adolece de "imposibilidad" material de "resultar determinante para la causa" dado el tiempo transcurrido desde que se emitieron los documentos que se impugnan por la defensa y en la que se cuestiona la firma del investigado que, además, demostró en sede judicial dificultad caligráfica por artrosis en la mano derecha.

Igualmente, considera que los testigos han puesto de manifiesto cómo en ocasiones se firmaba por Villa porque este lo mandaba así, extremo que reconoció el propio investigado en su declaración.

La defensa de Villa requirió asimismo que Hunosa remitiera "las actas de las reuniones de los comités intercentros realizados desde el año 2001 hasta el año 2003"; y que Liberbank (antes Caja de Ahorros de Asturias) remitiera "los originales de la totalidad de las facturas de las compras realizadas con las tarjetas de crédito" de las que es titular José Ángel Fernández Villa; así como una pericial económica y otra respecto a la lista de 34 testigos inicialmente reseñados.