La siniestralidad de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València ha caído en su conjunto, pero básicamente en lo que se refiere a daños personales. Los materiales, es decir, las reclamaciones de conductores por impactos con los vehículos, han subido, así como las colisiones y los atropellos. Todo ello se desprende del análisis de los datos de las compañías aseguradoras que trabajan para la empresa pública municipal correspondientes al primer trimestre de 2017.

Según estas cifras aportadas por la empresa pública, durante los tres primeros meses de este año se registraron 505 incidencias o partes de reclamaciones. De ese total, 329 notificaciones fueron por daños materiales y 176 corporales, es decir, producidos a personas, que bien eran ocupantes de vehículos, peatones o viajeros de los propios autobuses. En el mismo periodo de 2016 hubo 526 incidencias, con lo que la reducción interanual ha sido del 4%. Desglosadas, 318 fueron materiales y 208 corporales.

De este modo, el descenso total de partes a las aseguradoras ha venido propiciado principalmente por la caída de incidencias personales, pese al leve aumento de los daños materiales, según recoge la estadística.

Los datos de la EMT también muestran un aumento de las colisiones de autobuses (21 en el primer trimestre de 2016 y 28 en el mismo periodo de 2017) y atropellos, que han pasado de 6 a 10. Sin embargo, al ser cifras absolutas relativamente bajas no se puede establecer una variación porcentual. Desde la empresa pública atribuyen el repunte en el número de siniestros al "incremento de vehículos en circulación" en toda España, que cifran en torno al 2%.

En esta línea, según los últimos datos disponibles, el parque de vehículos de València se redujo de forma casi imperceptible entre 2015 y 2016 tras años de acusadas caídas. Sin embargo, el número de matriculaciones empieza a repuntar tras hundirse durante los años de la crisis económica. Es decir, hay una recuperación en la venta de vehículos fruto de la mayor actividad, lo que puede redundar en una subida de intensidades de tráfico en la ciudad.

Por otro lado, la empresa municipal sale absuelta en tres de cada cinco denuncias por accidentes que llegan finalmente a los juzgados. En concreto, así ha sido en 55 de los 94 accidentes (el 58%) juzgados, correspondientes a los ejercicios de 2015 y 2016.

De esos 94 siniestros que llegaron a juicio, 83 corresponden al año 2015 y apenas 11 a 2016.  El recorrido burocrático desde que se interpone la demanda o denuncia suele durar alrededor de dos años, hasta que se dicta sentencia, de ahí el bajo número de los casos del pasado año que se han resuelto, apuntan fuentes de la empresa municipal de autobuses.

La mayor parte de los accidentes en los que se ven envueltos los vehículos de la EMT se producen en el centro, donde se concentra el grueso de las líneas. El 15 de febrero, una anciana que murió atropellada por un bus en la plaza del Ayuntamiento, a la altura del Ateneo Mercantil, tras cruzar por una zona sin paso de peatones. Un día después, un accidente entre un bus y un turismo se saldó con 14 heridos leves en el cruce de las calles Pedro Cabanes y Alcañiz, en el barrio de Torrefiel.