El barrio valenciano del Cabanyal empieza su recuperación por las infraestructuras

  • En marcha los diferentes planes que suman 33,5 millones de euros en inversiones, tras años de parálisis por la descartada prolongación de Blasco Ibáñez al mar.
  • Vecinos urgen a Ximo Puig y a Joan Ribó a solucionar los problemas sociales y de convivencia del barrio, además de los urbanísticos.
  • Ribó anuncia que el Ayuntamiento va a denunciar todas las ocupaciones, pero ofreciendo a las familias desfavorecidas una alternativa social.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), acompañado por la Consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, y por el alcalde de València, Joan Ribó, durante su visita a las obras de renovación de las infraestructuras del Cabanyal.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), acompañado por la Consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, y por el alcalde de València, Joan Ribó, durante su visita a las obras de renovación de las infraestructuras del Cabanyal.
MANUEL BRUQUE / EFE
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), acompañado por la Consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, y por el alcalde de València, Joan Ribó, durante su visita a las obras de renovación de las infraestructuras del Cabanyal.

El Cabanyal-Canyamelar se debate entre la regeneración urbana y los problemas crónicos de convivencia. El histórico barrio marítimo de València se encuentra en plena fase de renovación de sus infraestructuras tras la anulación definitiva de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, que suponía partirlo en dos y derribar más de 1.000 viviendas. Sin embargo, los vecinos critican la difícil convivencia con cientos de okupas que causan molestias, ruido y todo tipo de actos de incivismo.

Estas demandas fueron trasladadas este miércoles por vecinos durante la visita a la zona del alcalde de València, Joan Ribó, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que acudieronpara comprobar sobre el terreno el avance de los trabajos de urbanización y regeneración urbanas que se están llevando a cabo.

Las inversiones totales, que incluyen varios planes, ascienden a 33,5 millones de euros. De ellos, la inversión directa de la Generalitat se sitúa en 20,47 millones de euros. De la suma total, 19,21 millones de euros irán destinados al Plan de Inversiones Productivas (PIP), financiado por la Generalitat y adjudicado por el Ayuntamiento de València. El objetivo del PIP es la realización de obra pública en calles y equipamientos, esto es, ampliación de aceras, nuevos alcantarillados y nuevas conducciones de cableado de telecomunicaciones, entre otras acciones.

Por otro lado, la inversión para el área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) se sitúa en los 14,29 millones de euros. Este programa, cofinanciado por la Generalitat, el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de València y las aportaciones de particulares, permitirá la rehabilitación exterior e interior de edificios privados. En concreto, las obras de reurbanización afectarán a una superficie de más de 100.000 metros cuadrados distribuidos en tres plazas y 22 calles del barrio, mientras que un total de 620 viviendas serán rehabilitadas y renovadas.

Sin embargo, la asignatura pendiente del barrio sigue siendo la convivencia, tal y como trasladaron representantes vecinales a Puig y Ribó. En este sentido, el alcalde presidió tras la visita una reunión con todas las delegaciones municipales que participan en la tarea transversal que implica la rehabilitación de estos barrios. Con el foco puesto en la problemática social y las demandas vecinales, Ribó anunció que van a "presentar denuncias contra todas las ocupaciones en el barrio, siempre garantizando a todas las familias sin recursos una alternativa de vivienda". De entre todas las viviendas ocupadas en el  Cabanyal, el Ayuntamiento ha constatado que hay una quincena de familias sin recursos económicos, a quienes ofrecerá una alternativa de vivienda.

El alcalde también anunció que se van a cruzar datos  para que la Policía y los Servicios Sociales trabajen conjuntamente. "Vamos a presentar denuncias contra todas las chatarrerías" para acabar con una actividad que causa muchas molestias a los vecinos de la zona, concluyó Joan Ribó.

Conflictividad en la "zona cero"

Casas de propiedad municipales usadas como "narcosalas", problemas de ruidos, organización de peleas de gallos, talleres clandestinos, comportamientos incívicos... Son solo algunos de los problemas denunciados por Salvem el Cabanyal en la llamada "zona cero" del barrio. La entidad denuncia el "incumplimiento" de planes y promesas municipales.

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