Pasadas las tres y media de esta pasada madrugada, los agentes de una patrulla de la Ertzaintza, que realizaba labores de protección ciudadana por el centro de la capital vizcaína, eran testigos de cómo un individuo, en la confluencia de las calles Mazarredo y Ercilla, se acercaba por la espalda a un varón y, metiéndole la mano en uno de los bolsillos, le extraía un teléfono móvil para acto seguido darse la vuelta e intentar abandonar el lugar con celeridad.

Ante este hecho, los ertzainas interceptaban al presunto ladrón, identificado posteriormente como un varón de 22 años de edad. Al realizarle un registro de seguridad, encontraban en su poder un total de tres teléfonos móviles de alta gama.

Al instante, informaban de lo sucedido a la víctima de la sustracción de la que habían sido testigos, quien reconocía uno de los aparatos como suyo. A continuación, los agentes preguntaban a otras personas que había en el lugar si alguna echaba de menos su teléfono móvil, a lo que una lo confirmaba, reconociendo también otro de los aparatos como suyo. Nadie reclamaba el tercero de los teléfonos, pero los agentes confirmaban con su central que constaba igualmente como sustraído.

Por todo ello, los ertzainas procedían a la detención del sospechoso bajo la acusación de un delito de hurto y lo trasladaban acto seguido a dependencias policiales.