Guns N' Roses hacen vibrar a un San Mamés entregado

El cantante del grupo Guns N' Roses, Axl Rose, durante el concierto que la banda estadounidense ofreció en el estadio de San Mamés, en Bilbao, dentro de la gira 'Not In This Lifetime'.
El cantante del grupo Guns N' Roses, Axl Rose, durante el concierto que la banda estadounidense ofreció en el estadio de San Mamés, en Bilbao, dentro de la gira 'Not In This Lifetime'.
LUIS TEJIDO / EFE
El cantante del grupo Guns N' Roses, Axl Rose, durante el concierto que la banda estadounidense ofreció en el estadio de San Mamés, en Bilbao, dentro de la gira 'Not In This Lifetime'.

Guns N' Roses hicieron vibrar a un San Mamés entregado que realizó un ejercicio de nostalgia rockera con cerca de 40.000 asistentes que pudieron disfrutar de los temas de la banda estadounidense con Axl Rose y Slash en el mismo escenario.

Con una potente descarga de luz, sonido, pirotecnia e imágenes en las tres enormes pantallas del escenario, los Guns N' Roses hicieron las delicias del público con temas como Welcome To The Jungle, You Could Be Mine o Sweet Child o' Mine, con el que atronó el estadio.

Los estadounidenses llegaron a San Mamés dentro de su gira Not In This Lifetime, que ha vuelto a reunir al cantante Axl Rose, el guitarrista Slash y el bajista Duff McKagan, tres de los miembros originales de la banda, que el domingo estará en Madrid.

Con unas fuertes medidas de seguridad en los alrededores del recinto y Tyler Bryant & The Shakedown y Marc Lanegan Band de teloneros para amenizar la espera, el campo de fútbol se fue llenando poco a poco para el que fue el primer concierto en el nuevo San Mamés.

Tres horas de concierto

Axl Rose, Slash y compañía, que saltaron puntuales al escenario a las nueve y media, coemzaron con It's So Easy, de su demoledor álbum de debut Appetite For Destruction, y, a partir de ahí, fueron encadenando durante cerca de tres horas los temas que les encumbraron hace décadas.

Su actuación en San Mamés, con un sonido deficiente al comienzo pero que mejoró rápidamente, y con homenaje a Chris Cornell con el Black Hole Sun de Soundgarden, pivotó sobre los temas del Appetite For Destruction y los dos Use Your Ilusion.

No faltaron canciones del disco Chinese Democracy, quizás los momentos más flojos de la noche, como la que da título a ese disco, que fue el tercer tema que sonó en San Mamés, tras Mr. Brownstone y antes del potente Welcome To The Jungle.

Después llegó el Double Talkin' Jive, y el Better del Chinese Democracy, que pasó sin pena ni gloria antes de que sonasen Estranged, una de las mejores de la noche, la versión del Live And Let Die de los Wings, que desencadenó la locura, y el Rocket Queen.

Clásicos

Con You Could Be Mine, otro de los 'hits' de la banda, los Guns N' Roses dieron una vuelta de tuerca más a un espectáculo que fue avanzando con Civil War y Coma para lucimiento, una vez más, de Slash y a cuya conclusión Axl Rose presentó a los miembros de la banda.

Antes de otro de los clásicos de los estadounidenses, ese Sweet Child o' Mine reconocible y jaleado por todo el campo desde las primeras notas, San Mamés pudo escuchar el solo de guitarra de Slash, coronado con la canción de amor de El Padrino, de Nino Rota.

Luego My Michelle dejó paso a un mano a mano entre Slash y Richard Fortus con el Wish You Were Here de Pink Floyd, antes de otro de los clásicos de la banda: el November Rain.

Y tras esa canción, sonó otra que no podía faltar, la versión del Knockin' On Heaven's Door de Dylan, coreada por las cerca de 40.000 gargantas de San Mamés, antes de que se escuchase el Nightrain con el que se retiraronmomentáneamente del escenario.

A la vuelta, otros cuatro cortes, donde destacaron Don't Cry, la versión de The Seeker de The Who y, en la definitiva despedida, ese Paradise City de la hierba verde y las chicas hermosas, con el que la banda coronó, entre confeti y pirotecnia, la primera noche musical del nuevo San Mamés.

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