Así lo ha manifestado en Olave, durante el acto de homenaje a 16 presos fugados del fuerte de Ezkaba en 1938 que fueron fusilados y enterrados en una fosa de la localidad. El acto ha sido promovido por el Ayuntamiento de Olaibar.

La consejera ha agradecido al consistorio "esta nueva ocasión para atender a la verdad, la justicia y la reparación debidas a las víctimas, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno, desde el convencimiento de que la memoria debe jugar un importante papel a la hora de construir una sociedad más justa, más ética y más democrática".

Ha hecho igualmente un repaso de las acciones impulsadas por el Ejecutivo foral en este contexto, especialmente el Programa de Exhumaciones que desarrolla en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que permitió la recuperación en enero de 2016 de los 16 cuerpos, y los trabajos de prospección que se han realizado en otras localizaciones como Otsaportillo, Gaztelu, Usetxi o Burutain.

Ollo ha aludido también al 'Proyecto Ezkaba', un plan que culminará el próximo año con la conmemoración del 80 aniversario de la fuga, y que ya fue presentado a principios de este mes, que contempla actuaciones como: la señalización de la GR-225, el sendero que unirá el fuerte de Ezkaba con Urepel rememorando el recorrido de los fugados que alcanzaron la muga o visitas escolares al interior del Fuerte, ha detallado el Gobierno de Navarra en una nota.

Asimismo, según ha adelantado, para el mes de julio se está organizando un campo de trabajo internacional en el Cementerio de las Botellas, "que contribuirá a la difusión entre los jóvenes de la realidad que se sufrió y padeció entre aquellas paredes".

Ha finalizado su intervención reiterando el compromiso del Gobierno de Navarra con la memoria histórica y con los derechos humanos.

TRABAJOS DE EXHUMACIÓN

El pasado 20 de enero, el equipo de la Sociedad Aranzadi llevó a cabo las labores de prospección encaminadas a la localización y exhumación de los restos de un grupo de personas que podrían haber sido enterradas en una fosa en el concejo de Olave (Olaibar).

La información existente al respecto indicaba la posible ubicación en un paraje cercano al cementerio de una fosa con los restos de una docena de personas asesinadas en 1938 tras su huida de la prisión del monte Ezkaba, por lo que el Ayuntamiento de Olaibar y el concejo de Olave manifestaron al Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, su interés en localizar y exhumar a este grupo de desaparecidos.

La intervención, que contó con la autorización del Servicio de Patrimonio de la Institución Príncipe de Viana, se enmarcaba dentro de las acciones impulsadas por el Gobierno de Navarra en el ámbito de la memoria histórica con el objetivo de dar respuesta a las reclamaciones de verdad, justicia y reparación de los familiares de víctimas de la represión de 1936.