El Ayuntamiento de Málaga recurre a insectos para controlar el pulgón negro que afecta a las jacarandas

  • El Ayuntamiento de Málaga comienza este martes la aplicación de un tratamiento contra el pulgón negro -'Aphis gossypii'- que afecta a una buena parte de las jacarandas situadas en viario público de la ciudad, utilizando para ello herramientas biológicas como insectos y
Tratamiento pulgón jacaranda ayuntamiento málaga jiménez
Tratamiento pulgón jacaranda ayuntamiento málaga jiménez
EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA
Tratamiento pulgón jacaranda ayuntamiento málaga jiménez

dentro de la estrategia que se ha marcado el Área de Sostenibilidad Medioambiental de recurrir a tratamientos naturales que eviten el uso de elementos químicos.

La actuación se desarrollará de forma simultánea en las tres zonas en las que se divide el mantenimiento de las zonas verdes de Málaga, empezando en la mañana de este martes en la avenida Manuel Agustín Heredia, a cargo de FCC; la calle James Bowles completa, a cargo de Althenia; y en calle María Villanueva Gallego, a cargo de Tahler.

Según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, la técnica consiste en la suelta de dos tipos de insectos que erradican el pulgón, bien actuando como depredadores o como parásitos, utilizándolo para inocular huevos. En ambos casos, los insectos empleados tienen un corto periodo de vida, por lo que su presencia no causa ningún perjuicio ni para otras especies de animales o árboles, ni para las personas, por lo que al cabo de ese tiempo desaparecen.

La ciudad de Málaga cuenta con una población de aproximadamente 4.200 jacarandas situadas en viario público. Los distritos Centro, Este, Palma-Palmilla y Churriana cuentan cada uno con unos 275 ejemplares de jacarandas; mientras que Ciudad Jardín, Bailén-Miraflores, Cruz de Humilladero, Carretera de Cádiz y Puerto de la Torre tienen unos 400 cada uno. El distrito que reúne un mayor número de jacarandas es Teatinos-Universidad, con más de 1.000 unidades.

Jiménez ha afirmado que el uso de la lucha biológica para el control de plagas responde a la voluntad del Ayuntamiento por hacer de Málaga una ciudad sostenible. "Se trata de un compromiso que además se extenderá en los próximos años debido a los grandes beneficios que aporta: hace que el espacio público sea más seguro y saludable, no alterna el ecosistema natural, ahorra costes y permite un mayor sostenibilidad medioambiental", ha explicado.

TRATAMIENTO

El tratamiento emplea, por un lado, el coleóptero 'Adalia bipunctata' para aprovechar su capacidad depredadora que le permite comer 200 pulgones al día. Su ciclo de vida es de 15 días, por lo que transcurrido este tiempo muere.

Su presencia se complementará con la del parasitoide 'Ephedrus cerasicola'. Este insecto detecta con sus antenas si el pulgón está vivo y, en caso afirmativo, inocula sus huevos en su abdomen, utilizándolo como alimento mientras se encuentra en fase de larva y se convierte en adulto. Como media general, ponen 300 huevos al día y su ciclo vital es de cuatro o cinco días.

La presencia de pulgones en las jacarandas y, en general, en los árboles de Málaga suele ser habitual en aquellos ejemplares que tienen unas condiciones poco favorables para su desarrollo. La falta de espacio para el crecimiento completo o de drenaje, el hallarse en suelos pobres en materia orgánica, la contaminación atmosférica, los riegos con aguas ricas en sales o los cortes y podas severas son factores que inciden directamente en su debilidad, generando un estrés que convierte a los árboles en objetivo para patógenos, plagas o enfermedades.

En lo que se refiere a las jacarandas, el insecto que le afecta es el pulgón negro, que hasta ahora se erradicaba mediante el uso de productos fitosanitarios de síntesis química. Si bien, su eficacia ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, debido a que los pulgones han logrado hacerse resistentes al insecticida empleado, a pesar de tener un nivel de toxicidad considerable.

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