El compositor vallisoletano Alberto Domínguez lamenta que los jóvenes cantautores aún tengan que "darse codazos"

  • El cantante y compositor vallisoletano Alberto Domínguez ha lamentado que los jóvenes cantautores aún tengan que "darse codazos" para reivindicar su sitio, ya que no existe un espacio reservado para ellos en el panorama cultural de la ciudad.
Valladolid. Alberto Domínguez durante un concierto en la sala Kerala
Valladolid. Alberto Domínguez durante un concierto en la sala Kerala
EUROPA PRESS
Valladolid. Alberto Domínguez durante un concierto en la sala Kerala

El músico de 22 años ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que prefiere evitar describirse como cantautor porque, a su juicio, "no cuadra" dentro de esa definición. Sus influencias, lejos del estilo de Serrat o Sabina, provienen de artistas de Pop o Rock como Elton John, Carole King, Queen o, incluso, David Bowie, algo que le diferencia de otros cantantes.

De ahí que sus maquetas, 'Cinnamon Girl', 'Say Yes', 'Broken Wings' y 'You and I' así como la mayoría de canciones que versiona, sean en inglés, aunque le gustaría haber nacido en la época de la Movida madrileña, que fue una suerte para el ámbito musical español, a pesar de su lado oscuro, ha indicado.

Tras tocar en bares y salas de Madrid y Valladolid con su primer grupo de versiones, 'Caravana Roja', con 18 años, se armó de valor y viajó a Londres para comenzar sus estudios musicales al ser seleccionado en la universidad de Arte Dramático y Música 'Mountview Academy of Theatre Arts', donde pasó cuatro años.

La música le ha llevado a tocar en ciudades como Londres, Madrid, Palencia o Valladolid, donde se siente especialmente arropado por su familia y amigos. Allí, en su ciudad natal, ha revelado que, además, ofreció su concierto más especial cuando, con tan sólo 16 años, ganó el concurso musical del Colegio San Agustín, que supuso el "incentivo" para escribir más canciones.

Sin embargo, ha confesado que Londres es la ciudad que más le impone pero, al mismo tiempo, es donde más ha aprendido, pues allí ha crecido como artista.

Consciente de que los solistas, que estuvieron en auge en épocas pasadas, no cuentan con tantas facilidades hoy en día, cree que si lo que se dice ante el micrófono es "honesto", no importa el estilo o el tempo, porque la gente lo apreciará. Con todo ello, ya ha ofrecido alrededor de 20 actuaciones en Valladolid desde el inicio de este año.

Sin embargo, su temporada en la capital vallisoletana no finalizará hasta el próximo jueves, 25 de mayo, cuando participará en una gala de deporte en la que interpretará tres de sus canciones. Después, regresará a Madrid, donde trabajará en distintos ámbitos musicales, dentro de la industria más que sobre los escenarios pero, aún así, ha confesado que no abandonará el directo.

LA MÚSICA NO TIENE GÉNERO

El penúltimo de sus conciertos ha tenido lugar el pasado viernes en la sala Kerala, donde ha compartido cartel y escenario con tres mujeres "maravillosas": las también vallisoletanas Natalia Fustes y Andrea Garcy, y la madrileña Marta Espinosa.

Para Alberto Domínguez, la música "no tiene género" y espera que el ejemplo de sus compañeras sirva para "animar" a más mujeres a componer y a crear música porque es "muy importante" que ellas también reivindiquen su espacio en el ámbito cultural.

Por último, ha expresado su deseo de que se pongan en marcha más concursos e iniciativas para los jóvenes cantantes y músicos tanto en el panorama cultural vallisoletano como español y de que existan más programas de televisión que "incentiven" la "originalidad" e "inciten" a crear música.

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