La Policía Nacional ha desarticulado este grupo criminal especializado en robos con fuerza de metales, especialmente,

procedente del vallado de placas metálicas y cableado telefónico. Así, los agentes han detenido a los siete integrantes de la red, de entre 21 y 34 años, como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y robo con fuerza.

En el trascurso de las pesquisas, ha sido arrestado otro hombre, un vecino de la capital malagueña de 28 años, como presunto autor de un delito de receptación, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

Gracias a la colaboración ciudadana, los agentes constataron la existencia en Málaga de un grupo criminal que actuaba siempre de la misma manera en todos sus robos ya que actuaban normalmente de noche, se desplazaban a bordo de dos vehículos y cada ocupante desempeñaba un papel concreto en la red.

Así, los que iban en uno de los coches rompían el sistema de sujeción y seguridad de los paneles collados al arcén de la autovía -cuya finalidad es la de disminuir el ruido de los vehículos a su paso por zonas residenciales-, y los cargaban en coches. Los ocupantes del segundo vehículo, con funciones de vigilancia, permanecían en las inmediaciones para seguidamente, y ya con el botín, huir todos juntos. Posteriormente, los implicados troceaban las planchas robadas y las vendían al peso como chatarra.

PANELES DE LA AUTOVÍA

Las pesquisas permitieron también a los agentes averiguar que los investigados habrían sustraído un total de 2.000 metros cuadrados de paneles metálicos aislantes en el tramo de autovía de Málaga a Torremolinos -pasado el túnel de Carlos de Haya- valorados en más de 81.000 euros y que tras hacer trozos habrían vendido en una planta de material de desguace de la capital malagueña.

En este operativo los investigadores intervinieron en una chatarrería del polígono de Guadalhorce un total de 350 kilogramos de hierro y 16 de aluminio procedentes de los hechos investigados, han precisado. En el transcurso de las pesquisas, fue detenido el encargado de la planta, vecino de la capital malagueña de 28 años, como presunto autor de un delito de receptación.

Por otro lado, los agentes supieron que dos de los integrantes de esta red habían sido detenidos "in fraganti" en una vía pública de Fuengirola mientras sustraían cableado de una línea de telefonía. Abierta una nueva línea de investigación, y tras varias gestiones, los agentes comprobaron que la red estaba detrás de un total de 19 robos de cables de teléfono que posteriormente era vendido al peso en chatarrerías de la capital. Hechos que habían causado daños en torno a los 155.000 euros a la empresa denunciante.