Según ha explicado el museo, Picasso y Miró se conocieron en París y aunque les separaban doce años de edad, en sus vidas destacan varias curiosidades que el visitante podrá descubrir en la exposición, de carácter intimista e inédita.

Objetos personales, obra gráfica, cartas, cerámicas y otros elementos reflejan la amistad de estos dos artistas que, como se explica en el catálogo de la exposición, "eran completamente distintos como personas y como creadores plásticos".

"No sólo era amistad y admiración lo que Miró sentía por Picasso, sino agradecimiento profundo por tanto como la había ayudado durante su vida. Los vínculos que los unían iban más allá de lo que podían simplemente aparentar. El aspecto humano era capital. Mantenían un compromiso político, social y cultural que los acompañó siempre", ha afirmado Punyet.

CAN PRUNERA

Desde el año 1865, muchos de comerciantes de Sóller se instalaron en el sur de Francia. Una vez consolidados allí los negocios, volvían y se construían grandes casas que mostraban su nueva posición. Esto hizo que Joan Magraner, de sobrenombre Joan Prunera, construyese entre 1904 y 1911 Can Prunera, un enclave modernista ejemplar.

Hace poco, un grupo de empresarios de Sóller con alma filantrópica, orgullosos de su patrimonio cultural, arquitectónico y artístico, compraron y restauraron Can Prunera para convertirlo en museo.

Can Prunera Museu Modernista está ubicado en una antigua casa de estilo modernista construido a comienzos del siglo XX y se ha convertido en una de las señas de identidad del pueblo de Sóller.