Según la sentencia, remitida a los medios, el condenado realizó quemas de matorral el día 9 de marzo de 2015 con el propósito de ganar terreno para su ganado, en la parte alta de una finca próxima a su residencia en El Forcón. El juez estima que el ganadero "no adoptó las más elementales precauciones tendentes a evitar su propagación", a pesar de que las condiciones climatológicas eran "favorables" para la propagación.

El fuego se propagó por el monte y afectó a dos parcelas rústicas con una superficie de 2,89 hectáreas. Al acusado se le imputa, además del incendio, una infracción del deber de cuidado de la quema, al ausentarse de la zona mientras se producía, y la creación de un riesgo "previsible y evitable", además de un "resultado dañoso" como consecuencia de la "desacertada conducta".