La mitad de los jóvenes emancipados tiran de sus padres para subsistir

  • Más del 50% de los jóvenes independizados en la región llegan a fin de mes con ayuda económica de la familia.
  • El 82% de su salario, para el piso.
  • Cuéntanos: ¿Cómo te ayudan tus padres?
Juan Máiquez. (Jorge París).
Juan Máiquez. (Jorge París).
Jorge París
Juan Máiquez. (Jorge París).

Sandra, de 29 años, salió de Cádiz para independizarse en Madrid. Pero cuando visita a sus padres vuelve "con una maleta llena de comida". A Laura, secretaria, le "ingresan dinero en su cuenta". Y Sonia, profesora de academia de 27 años, va más allá: "Aprovecho cuando voy a casa para que me compren lo que necesito".

Su caso es habitual entre los jóvenes que viven solos en Madrid. Más de la mitad de las 684.264 personas entre 18 y 34 años emancipadas en la región todavía necesitan ayuda de sus padres para subsistir, según cálculos de los sindicatos CC OO y UGT.

"La temporalidad, los bajos salarios y la carestía de la vivienda hacen que la independencia real tarde en llegar", denuncia Paula Guisande, de Sindicato Joven CC OO.

El acceso a un piso se lleva el 81,7% de los ingresos de los madrileños de hasta 34 años, según el Observatorio Joven de Vivienda. Con el resto de su sueldo tienen que hacer malabarismos para cuadrar los gastos del hogar, la comida, la ropa y el ocio.

"La emancipación de los hijos ya no es un alivio para la familia", lamenta Alejandro Martín, de UGT. Además, el 90% de los jóvenes necesita el aval de sus padres para que le concedan la hipoteca, señala Marta Robledo, secretaria de Juventud de UGT.

"Aún no me puedo permitir lujos"

Juan Máiquez. Periodista radiofónico, 24 años

Juan llegó a Madrid hace un año "por motivos laborales". Comparte un piso de alquiler porque su sueldo "no da para más". "Al principio no podía pagar nada por mí mismo, he dependido de mis padres durante un año: el alquiler, los gastos, la comida... Me han pagado todo excepto mis gastos de ocio", asegura.

Ahora ha conseguido un aumento de sueldo en su trabajo, con lo que su situación ha mejorado: "A pesar de que todavía no voy a ser ni siquiera mileurista, podré pagarme yo lo gastos gordos. Podré decir que estoy emancipado realmente, aunque todavía no me puedo permitir muchos lujos". Sin embargo, siempre es necesaria alguna ayuda familiar: "Los viajes a mi casa, en Murcia, me los pagan ellos, porque quieren verme, y también me compran algo de ropa". Además, con su primer sueldo "medio digno" piensa recompensar a sus padres: "Les compraré algún detalle para agradecerles de algún modo su esfuerzo".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento