Diez siglos de arte basado en los valores de la música

  • 'Nosotros damos el tono' propone en Berlín un recorrido por los valores musicales de pinturas, dibujos y grabados.
  • Se exponen más de un centenar de obras de, entre otros, Mantegna, Rembrandt, Kandinski, Matisse, Munch, Picasso y Roy Lichtenstein.
  • La exposición, basada en los íntimos vínculos entre música y arte, demuestra cómo el sonido fugaz de una melodía es visible sobre el papel o el lienzo.
Dibujo de Edvard Munch
Dibujo de Edvard Munch
© bpk, Kupferstichkabinett, Staatliche Museen zu Berlin, Dietmar Katz
Dibujo de Edvard Munch

No es insensato afirmar que la música de Mozart es luminosa, la de Beethoven tormentosa y la de Duke Ellington melancólica. Los tres adjetivos o características tienen un origen que es, al tiempo, auditivo y visual, porque la música tiene forma y volumen. Una exposición en Berlín propone un recorrido por diez siglos de arte basado en los valores musicales.

Wir geben den Ton an. Bilder der Musik von Mantegna bis Matisse (Nosotros damos el tono. Arte musical desde Mantegna a Matisse) reúne más de un centenar de obras de la colección permanente del Kupferstichkabinett del consorcio de los Museos Estatatles de Berlín. La muestra, punto álgido de la programación de verano de la pinacoteca —se celebrará del 21 de julio al 5 de noviembre— parte del axioma de que existen íntimos vínculos entre música y artes plásticas.

Para demostrar cómo el sonido fugaz de una melodía es visible sobre el papel o el lienzo, la pinacoteca ha elegido piezas, sobre todo en dibujos, acuarelas y grabados en papel, aunque también hay algunos óleos sobre lienzo, datadas en los últimos diez siglos. En la selección de autores no hay caprichos: todos son de primera fila.

Se exponen obras de, entre otros, Andrea Mantegna, Rembrandt, Adolph von Menzel, Wassily Kandinski, Henri Matisse, Edvard Munch, Pablo Picasso, Roy Lichtenstein y Gerhard Altenbourg. El leitmotiv de todos ellos es "recurrente", dicen los organizadores: pintar con la misma actitud que un compositor musical, intentando buscar el sonido interno de la naturaleza, las personas y los objetos.

La "especial afinidad entre la expresión musical y la expresión pictórica" es notable desde la notación, que usa elementos básicos de las artes gráficas como las líneas, letras iniciales y capitulares, puntos..., para "capturar el sonido fugaz de una melodía y hacerla visible en el papel".

Pluma y pinceles, 'bailando'

Por otro lado, en los grabados y dibujos que se muestran en la exposición, los movimientos de la pluma, el lápiz, el buril o los pinceles son "bailables, fluidos o en staccato", con fuertes referencias a los ritmos y armonías musicales. Con el ascenso del modernismo, los artistas visuales incluso comenzaron a crear "composiciones tonales" de líneas y colores.

A lo largo de la historia de la humanidad, el poder de la música han aparecido en mitos y alegorías, cuentos bíblicos, obras clásicas literarias y cuentos de hadas. Grabados y dibujos ilustran estas historias y "hacen visibles los efectos mágicos de la música en los seres humanos y los animales, que van desde la armonía profunda hasta el éxtasis de las bacanales", señalan desde el museo.

'En el Cielo y en la Tierra'

A partir de las obras de la exposición comprendemos cómo la música "se produce en todas partes" y acompaña al ser humano "en el Cielo y en la Tierra, en contextos sagrados y profanos, en privado y en público", a través de coros y orquestas sinfónicas, en representaciones de ópera, conciertos de rock y actuaciones de jazz.

A la lista de grandes artistas visuales deben añadirse los músicos y compositores que figuran representados, Wolfgang Amadeus Mozart, Niccolò Paganini y Ludwig van Beethoven, a los que se añade una serie de estudios en tinta o lápiz de instrumentos musicales  de época.

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