Al grito de «¡Fuera, fuera!», cerca de medio millar de coruñeses afectados por el botellón se reunieron ayer pasadas las nueve de la noche en la plaza de María Pita tras dos procesiones simultáneas con velas desde la plaza de Azcárraga y la del Humor.

Los ánimos se calentaron al pasar por la puerta de la casa del alcalde, Javier Losada, junto al Palacio Municipal, y allí le gritaron: «¡Losada dimisión, no queremos botellón!», ante la atenta mirada de la Policía Local y Nacional, a pesar de que algunos afectados pedían por otro lado una marcha silenciosa.

Leyeron un comunicado y después, uno a uno, los asistentes dejaron sus cirios encendidos en el portal de Losada, donde también depositaron carteles en los que, como el anuncio de un conocido refresco, se leía: «Para los que no duermen, para los que orinan (...) Losada, ciego, sordo, mudo» o «Estoy hasta el gorro del alcohol en la calle». El lunes parte de la plataforma antibotellón irá al pleno para pedir soluciones.

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