En rueda de prensa, Fernández Aránguez ha indicado que, si de hoy al próximo viernes, no se produce la dimisión de Fernández-Bravo, que también es el coordinador provincial de Cs, él mismo dejará la disciplina del partido y pasará a ser concejal no adscrito.

El portavoz de Cs ha justificado su decisión en el hecho de que el otro miembro del grupo municipal ha tenido una "participación escasa" en las tareas municipales y ha entendido que un "vago no puede estar en las instituciones ni al frente de un partido".

Fernández Aránguez ha indicado que esta es la tercera vez que pide la dimisión de su compañero, ya que las otras dos veces lo ha hecho en los órganos internos de la formación naranja y no ha encontrado la respuesta adecuada.

Recientemente, ha dicho, ha tenido una reunión con miembros de la dirección regional y de la dirección nacional en la que estuvieron él y su compañero y que le dijeron, que "más o menos la culpa" era suya por haberse operado.

Fernández Aránguez se refería que hace una par de meses fue sometido a una operación en un pie y ha estado de baja, tiempo, ha dicho, en el que la actitud de Fernández-Bravo no ha cambiado e, incluso, ha empeorado.

Además, asegura que no está preocupado por las consecuencias electorales que pueda tener su decisión o por las repercusión económicas personales, que lo único que le interesa es "el presente y que Ciudad Real tenga sus 25 concejales trabajando".

Según ha explicado, Fernández Aránguez, que ahora tiene una liberación completa, mientras su compañero tiene una media liberación, solo cobraría desde el grupo de no adscrito por asistencias a plenos y comisiones.

"No hay razones económicas, o de otro tipo. Solo quiero que los ciudadanos sepan que los concejales trabajen que es para lo que han sido elegidos", ha expresado.