Mantos y túnicas de más de 50 años y otros recién estrenados visten a las imágenes de las cofradías de C-LM

  • Mantos y túnicas con más de 50 años de antigüedad y otras prendas que se han renovado hace pocos años visten a las diferentes imágenes que procesionan por las cinco capitales de Castilla-La mancha en estos días de Semana Santa.
Manto de Virgen
Manto de Virgen
EUROPA PRESS/COFRADÍA ESPERANZA MACARENA
Manto de Virgen

Según han explicado a Europa Press cofradías de las cinco capitales, estas prendas requieren un protocolo de cuidado específico, pues sus telas y los materiales de los que están elaboradas son muy valiosos tanto económicamente como a nivel litúrgico.

En Albacete, el presidente de la cofradía Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, José Lozano, ha explicado que su virgen, Nuestra Señora Reina de la Esperanza Macarena, coronada canónicamente hace dos años, está vestida con un manto "único en España", ya que es el único que refleja "pasajes de la Biblia".

"Los dragones que lleva pintados representan el bien y el mal, lleva flores del Caribe. Cada hoja es diferente de las otras, todo bordado en hilo de oro", ha relatado Lozano.

Este manto tiene más de 60 años, se transporta entre tres personas, pesa 80 kilos y mide 4 metros de largo. "Tiene un valor incalculable", ha expresado el presidente de esta cofradía, que ha explicado que se guarda con especial cuidado con papel cebolla para que esta tela tan delicada no se roce.

Como anécdota, Lozano ha indicado que el manto tiene "algunas calvas" en aquellas partes en las que predominan los filamentos de oro. "La gente se lo guarda en las procesiones al tocarlo, y después observamos que sufre cierto deterioro por ello", ha afirmado.

Otras de las vírgenes de la ciudad, Nuestra Señora de los Dolores, luce un manto bordado entre 30 mujeres con hilo de oro, en color negro con flores blancas, según explica Rosa María Sánchez, la presidenta del la Cofradía La Dolorosa.

El manto de esta imagen se guarda en la sede de la cofradía en un arcón en papel de seda, guata y antipolillas. Este manto se encargó en 1951 y salió por primera vez en procesión en 1952. El montante económico que se dedica a su cuidado "es escaso" ya que solo consiste en conservarlo de manera adecuada hasta el siguiente año.

CIUDAD REAL

Los tejidos "más ricos" se eligen para cubrir a la Dolorosa de Santiago en Ciudad Real, con una saya en oro bordada en blanca y un manto azul que se empezó a bordar por las adoratrices de Ciudad Real y que luego fue ampliado por un bordador sevillano, según explica José Antonio Martín-Portugués, el hermano mayor de la Hermandad Nuestra Señora de los Dolores.

El manto mide unos 6 metros y medio y data del año 1954, mientras que

algunas de las sayas tienen unos 120 años. Estas prendas se guardan en una habitación de la casa de la hermandad limpia de polvo y con humidificadores y detectores de incendios.

Respecto a los costes, el hermano mayor de esta hermandad ciudadrealeña ha señalado que intentan ir restaurando estas prendas poco a poco, aunque ha matizado que "es costoso" encontrar el hilo o la tela de las mismas características, así como una persona formada y especializada en técnicas "tan antiguas" de bordado.

MANTOS JÓVENES EN CUENCA Y TOLEDO

El diseñador Eduardo Ladrón de Guevara es el artífice de la vestimenta de la virgen -que elaboró hace cuatro años- de la cofradía de Jesús Entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza de Cuenca, de la que Ladrón de Guevara es cofrade desde niño.

Un tisú de plata morado con una saya de color buganvilla, con bordado asimétrico -bordado de cardo- con piedras de colores y sedas, acompañado de una corona decimonónica, es el atuendo que lucirá esta imagen, según la idea que ha tenido este diseñador.

Todos los años intenta "hacer un regalo" a la cofradía con diferentes telas y elementos decorativos, para que cada año quede vestida de manera diferente. Los mantos son custodiados por unas monjas en la Puerta de Valencia de Cuenca, en un lugar con poca humedad y con temperaturas contrastadas.

El rojo carmesí inunda la nueva túnica que el Cristo Redentor de la Cofradía del Capítulo de Caballeros Penitentes del Cristo Redentor de Toledo, con un bordado policromado y con la cruz de los dominicos en el pecho.

Según ha explicado Carlos Blanco, hermano mayor de esta cofradía toledana, el estreno de esta túnica se debe a que el hace muchos años el Capítulo Mayor de la cofradía se lo planteó porque las dos de las que disponían estaban "muy viejas" y eran donaciones.

Se trata de una túnica joven, cuyo coste económico prefieren no desvelar desde esta cofradía, aunque su hermano mayor si quiere destacar que han sido "como hormiguitas" para costearlo y renovar los que ya estaban deteriorados y obsoletos.

La conservación de la misma corre a cargo de las monjas del Monasterio de Santo Domingo El Real, en arcones antiguos y con papeles específicos para su conservación. Las propias monjas son las encargadas de sacar la túnica del monasterio y proporcionársela a la cofradía.

AUSTERIDAD EN GUADALAJARA

La austeridad es la tónica predominante en las imágenes de la provincia de Guadalajara, según han informado fuentes de la Diócesis, que indican que suelen vestirse "con trajes y joyas donados por devotos", en muchos casos.

La hermandad de la Virgen de los Dolores de Guadalajara que se encuentra en la Concatedral de Santa María decidió "hace unos años" cambiar a esta virgen el traje de terciopelo negro que llevaba por uno de viuda de la época en que nació Jesucristo, según estas fuentes.

Parecido es el caso del Cristo de la Pasión, donde los cargadores de la cofradía pagaron con sus donativos los tronos y vestimentas de esta imagen.

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