El bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, ya ha disfrutado de su primer permiso penitenciario, de tres días, y estuvo entre el martes y el viernes de la pasada semana fuera de la cárcel, donde cumple desde el pasado 16 de enero una condena de tres años por un atropello mortal.

Según han informado este lunes fuentes judiciales, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria concedió a Farruquito el permiso tras contar, como es preceptivo, con el informe favorable de la Fiscalía.

El bailaor podía disfrutar de tales permisos desde el pasado septiembre, cuando superó el cumplimiento de un cuarto de la pena total impuesta.

Farruquito fue condenado a dos años de cárcel por homicidio imprudente y un año por omisión del deber de socorro, por el atropello mortal de Benjamín Olalla en septiembre de 2003, frente al polideportivo San Pablo de Sevilla, cuando conducía su coche BMW sin tener permiso de conducir ni seguro.

Eligió la prisión de Sevilla por ser la más próxima a su domicilio y en los nueve meses que lleva ingresado colabora en el funcionamiento de la cárcel y asiste a las clases de escolaridad, donde repasa lo aprendido de pequeño, según su defensa.

Junto a la pena de cárcel por delitos de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro, Farruquito fue condenado a pagar una multa de 72.000 euros, que en marzo pasado la juez encargada del caso rebajó a la mitad atendiendo al empeoramiento que ha sufrido el artista en su situación económica como consecuencia de su ingreso en la cárcel.