Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, las distintas entidades deportivas y de marcas denunciaron los hechos ante el Grupo de Nuevas Tecnologías y Delitos Económicos de la Policía Nacional por la supuesta venta al público de una variedad de prendas deportivas que incorporaban signos distintivos, "sin haberse autorizado su comercialización".
De este modo, varias dotaciones policiales se personaron en dicho lugar el día 15 de diciembre del año 2015 y realizaron una inspección de los distintos puestos dedicados a la venta al por menor de diferentes efectos y prendas de ropa.
Durante dicha inspección, se constató que el procesado regentaba dos puestos, en los que en uno de ellos se exponían 616 sudaderas, camisetas, equipaciones, pantalones cortos y zapatillas, mientras que en el otro había 90 prendas, que fueron incautadas.
Tras analizar los artículos, se comprobó que las prendas y calzados que incorporaban los signos y anagramas de las marcas, así como de los clubes deportivos, "eran en realidad imitaciones de las originales, cuya elaboración y venta no estaba autorizada por las entidades titulares de los derechos de fabricación y comercialización de las mismas".
Entretanto, la Fiscalía apunta que no constan tasados los perjuicios derivados de la comercialización por parte del inculpado de las mencionadas prendas y efectos.
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