Crank County Daredevils resucitan el hard-rock más sucio y salvaje en Madrid

  • Los estadounidenses impresionaron en la madrileña Gruta '77.
  • Discípulos de Guns N' Roses y AC/DC, su actuación fue potentísima.
  • Una versión de It's So Easy, del grupo de Axl Rose, perfecto cierre.
Crank County Daredevils se desfogan en la madrileña sala Gruta '77 (PEDRO RUBIO)
Crank County Daredevils se desfogan en la madrileña sala Gruta '77 (PEDRO RUBIO)
PEDRO RUBIO
Crank County Daredevils se desfogan en la madrileña sala Gruta '77 (PEDRO RUBIO)

Después de la exhibición de Tesla el pasado viernes en la sala Macumba, existía interés por saber si Madrid podría culminar un par de días después un fin de semana perfecto para los amantes del hard rock.

El reto era difícil, ya que Jeff Keith y compañía habían puesto el listón muy alto, pero Crank County Daredevils se encargaron de romper todos los pronósticos y firmar una de las actuaciones más potentes, lascivas y extremas que pueden verse hoy en día sobre un escenario.

Teniendo en cuenta el desigual nivel de sus discos, en el que al atronador debut Kings Of Sleaze le ha seguido uno más discreto llamado Livin In The Red, y considerando también que la música de estos tipos es un rock muy agresivo y monocorde, existían ciertas reticencias sobre su concierto, pero la banda las disipó a guitarrazo limpio.

Ya desde el principio se comprobó que este grupo de Carolina Del Norte no aspira a triunfar con baladones en la MTV ni a perpetrar un calculadísimo rock de diseño al estilo de Last Vegas. Lo suyo es sudor, agallas y rabia a destajo. Y triunfaron. Sin ningún tipo de discusión.

Desde la primera nota y hasta la última, los pírricos treinta o cuarenta asistentes al Gruta '77 se apercibieron de que sobre las tablas había una banda de verdad. Obviamente no han inventado nada y no resisten comparaciones ante unos Guns N' Roses o unos AC/DC, indudables fuentes de inspiración, pero hoy por hoy sería difícil ver a un Axl Rose o a un Angus Young desprender semejante fuego escénico.

Mayor riqueza de matices

Por encima de todas las canciones que interpretaron, es justo reseñar que sobresalen cuatro salvajadas: Kings Of Sleaze, Kick It On Down, Ride The Dog y, especialmente, Hammerdown.

Ese póker de ases justifica ya por sí solo la existencia de una banda, y Crank County Daredevils no se limitaron a reproducirlas con un enfoque más comedido, sino que sonaron igual de frenéticas que en estudio, y en algún caso incluso con una mayor riqueza de matices. Hasta donde cabe hablar de matices en una formación de estas características, naturalmente.

Scotty P., cantante con un cómico parecido al Nicolas Cage de Birdy, y Adam Stevens, carismático guitarrista con bastante más habilidad de la que aparenta en los dos álbumes, lideraron un concierto que, ante el progresivo entusiasmo de la audiencia, tuvo como broche una versión muy especial.

Los elegidos fueron Guns N' Roses, y la canción, It's So Easy. La sala, naturalmente, se vino abajo, y los tipos que poblaban las primeras filas empuñaron los micros que repartió el grupo y chapurrearon ese himno de los héroes de su adolescencia.

Y la banda, después, lo agradeció estrechando los manos a unos fans emocionados por tanta pasión y honestidad.

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